Lunes 21 de Julio de 2025, 09:25

Un hombre de 61 entró antes de tiempo a la sala donde funciona un resonador magnético y sucedió algo impredecible con tremendas consecuencias.
Un estudio de rutina terminó, de manera insólita, en una fatalidad.
Un hombre de 61 años fue succionado por un equipo de resonancia magnética. El hombre
entró en la sala del equipo antes de que fuera autorizado, por lo que nadie lo revisó ni le advirtió que no se puede ingresar con elementos de metal. Tenía una cadenita en su cuello.Como el equipo estaba en funcionamiento - no debió haber ingresado en ese momento- el gran campo magnético que se genera lo atrajo hacia el hueco por el que se ingresan a las personas que se someten a ese estudio.
El equipo, literalmente,
lo "chupó" hacia el interior con tal violencia, que hizo que se golpeara con fuerza contra la estructura y, además, como seguía funcionando, no dejaba de atraerlo hacia el interior.Fue por eso que
los golpes que recibió fueron muy graves. Pese a que gritó de manera desesperada a su esposa para que lo ayudara, fue inútil el esfuerzo. Sólo cuando la mujer logró que el técnico a cargo apagara el equipo, cesó el campo magnético y pudieron rescatarlo.
Lamentablemente, para ese momento ya había sufrido graves heridas. Fue internado de urgencia, pero murió un día más tarde. Había ido a hacerse un estudio con ese resonador magnético por un problema en una de sus rodillas, pero como ingresó a la zona del equipo en un momento inadecuado, sufrió ese accidente que le costó la vida.
Fue por un estudio en la rodilla y terminó muerto
La víctima se llamaba
Jones-McAllister y tenía 61 años. Todo sucedió en el centro OPEN MRI (MRI son las siglas en inglés de "Imágenes por Resonancia Magnética") en el condado de Nassau, una localidad en Staten Island, la gran isla que está al sudeste de Manhattan, Nueva York.
Los técnicos de equipo primero, y las autoridades del centro (en un comunicado) aclararon a la Policía y a la opinión pública lo sucedido.
Los equipos de resonancia generan un gran campo magnético que permite obtener imágenes del interior del cuerpo humano de gran definición. Pero ese campo magnético se comporta como un enorme imán que atrae cualquier elemento de metal.
McAllister entró en la sala del equipo antes de ser autorizado. Por lo que nadie lo previno ni pudo revisarlo. Tenía una gran cadena colgando de su cuello. Para peor, como ingresó anticipadamente, el equipo estaba en pleno funcionamiento. Por lo tanto, el campo magnético lo "chupó" de inmediato en dirección a la parte interna de la máquina.
El centro de resonancias magnéticas, en donde murió una persona que ingresó a la sala con una cadenita metálica. (Foto: Gentileza NY POST)Los equipos son grandes por todo los elementos que contiene para su funcionamiento. Pero los pacientes ingresan en una camilla que se desliza al interior por un orificio cuyo diámetro es muy cercano como para rodear al cuerpo humano. Por eso, al ser atraído con violencia hacia esa zona, era imposible que pudiera caber dentro del resonador sin sufrir graves golpes.
Cuando lograron apagar el equipo, el campo magnético cesó. McAllister quedó "libre" pero muy lastimado por los fuertes golpes que recibió al pegar de manera reiterada contra el resonador. Lo llevaron a una internación en grave estado, pero un día más tarde, murió.
La responsabilidad del centro con el resonador magnético
La explicación del centro "Open MRI" es clara y contundente desde el punto de vista procedimental y por cómo funciona el equipo.
Pero la viuda de la víctima pide a la Justicia que investigue como fue posible ese accidente. El ingreso a la zona del resonador es por una puerta específica que está llena de letreros de advertencias. ¿Cómo pudo pasar esa puerta el señor McAllister sin que nadie lo viera y pudiera detenerlo?
La puerta específica para el ingreso a la zona del resonador tiene muchos mensajes del peligro por accesos inadecuados. (Foto: Gentileza NYPost)En la Justicia, testigos declararon a CBS que el hombre desobedeció las órdenes de mantenerse fuera de la sala de resonancia magnética."Si se trataba de una cadena enrollada alrededor del cuello, me imagino cualquier tipo de estrangulamiento", declaró el Dr.
Payal Sud a los periodistas sobre la causa a final de la muerte.
Los fuertes golpes contra las paredes del equipo lo lastimaron y atontaron con lo que no pudo realizar maniobra alguna para zafarse de su cadena en torno al cuello, pero no fue lo único: "Asfixia, lesiones en la columna cervical. Se está llevando a cabo una investigación, pero esas fueron las causas de la muerte y no se sospecha de ningún delito", dicen en el centro médico.
La viuda cree que no se mantuvieron los controles de seguridad necesarios y, por eso, murió su marido. Había ido por un rutinario estudio en la rodilla.
/A24
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