Maximiliano Andrés Taborga ettá acusado de secuestrar y prostituir a la chica frente a su hijo.
Bajo amenaza, ataba a una cama a su novia y la prostituía frente a su hijo
Miércoles 21 de Marzo de 2018, 15:41
La terrible de historia de una joven madre se ventiló el pasado martes en los tribunales sanjuaninos durante la primera jornada del juicio contra Maximiliano Andrés Taborga (29) por secuestrar y prostituir a la chica frente a su hijo. La mujer conoció a Taborga en 2013. Por ese entonces, ella tenía 19 años y trabajaba como auxiliar de un jardín de infantes para mantener a su hijo y él era remisero. Al poco tiempo se fueron a vivir juntos y ahí empezaron los malos tratos. Por vergüenza a que sus compañeras vieran los golpes terminó abandonando su trabajo y quedó encerrada en el círculo de violencia.
Los abusos fueron en escalada y el hombre la obligó a prostituirse. Bajo amenazas de muerte, la ató a una cama y la explotó sexualmente frente al niño a cambio de drogas y dinero. En algunas oportunidades fue sometida hasta por tres hombres al mismo tiempo. Después de cuatro meses de calvario, un día la chica pudo zafarse de las sogas y escapó por un ventiluz de la casa. Se fue corriendo hasta la Comisaría de la Mujer e hizo la denuncia. Él fue detenido y ella fue a parar a un hogar por dos semanas, después se mudó con una amiga pero Taborga fue excarcelado y empezó a amenazarla. Huyó a Mendoza y más tarde a Córdoba, siempre escapando de las agresiones del hombre. Finalmente, hizo la denuncia en un juzgado federal donde el caso fue considerado como trata de personas.
Los efectivos detuvieron a Taborga en Buenos Aires y en esa oportunidad dijo que la mujer mentía. En el Tribunal Oral Federal de San Juan Taborga se negó a declarar. De ser considerado culpable enfrenta una condena de entre 8 y 30 años de cárcel. La joven, además de ser explotada sexualmente por su exnovio, fue violada por su padre durante la infancia y su hijo también es el resultado de un abuso. Las psicólogas determinaron que vive en un estado de angustia profundo y que no es mitómana.