. Esto afectó también a los transportistas y taxistas. Ya es un mes. Algunas tiendas están abiertas, pero nadie les compra”, contó la dirigente vecinal al diario La Razón.
Además de Yacuiba, en Bermejo (Tarija) y Villazón (Potosí) —poblaciones fronterizas con Argentina— gran parte de sus habitantes viven del comercio (vestimenta, alimentos, productos para el hogar, entre otros), pero la depreciación de la moneda argentina, que en el último mes alcanzó el 35%, llevó a que el boliviano ahora sea más caro para ellos, por lo que optan por no adquirir estos productos. A esto se suma que el peso argentino es rechazado en el país para hacer transacciones.
nformó Delfor Burgos, alcalde del municipio de Bermejo. La autoridad aseguró que todo lo que se comercializa es en moneda nacional.
“Está complicado, por eso solo están pidiendo bolivianos. Todo tiene un efecto multiplicador y afecta hasta a los que venden empanadas ambulantes y refrescos en quioscos y los que hacen servicio de carga. Con seguridad que el argentino está cambiando (su moneda) en bolivianos”, señaló.
“Había comprado anteojos recetados para mi esposa, pagué la mitad y la otra mitad debía pagar cuando los retirara; pero me dijeron que no podían recibirme plata argentina. Me fui a una casa de cambio y no quisieron cambiarme”, contó un joven que solicitó el servicio en la ciudad de Yacuiba, según una nota de prensa publicada en la web del diario argentino El Tribuno de Salta.
Gendarmes controlan los bolsos de los pasajeros en un tour de compras. ARCHIVO 2017
El joven, que no fue identificado por el portal, dijo además que no recordaba haber vivido una situación similar. “Le pregunté al comerciante a quién le van a vender si los únicos que venimos somos los de la zona, a lo que me respondió que hasta que la moneda nuestra no se estabilice no recibirán pesos argentinos”.
Desde el 28 de agosto, los comerciantes de San José de Pocitos y Yacuiba adoptaron la “drástica” medida de dejar de recibir billetes argentinos, menciona el rotativo que titula: “Los tours de compras a Bolivia se acabaron”.
En otro ejemplo, la propietaria de un puesto de ventas en Tartagal, Argentina, protestó cuando se enteró de que “la chica boliviana que me trae mercadería me dijo que ahora no puede venderme nada; le quise comprar zapatillas, medias, camperas que la gente volvió a pedir, pero me explicó que no saben a cuánto nos van a vender. La única opción es que le paguemos en pesos bolivianos”.
Las ferias de fin de semana en Pocitos están “menguadas”. La hotelería ya no tiene muchos clientes y la migración momentánea de los yacuibeños para encontrar otros trabajos en otras tierras aumentó en los últimos días. El alcalde de Yacuiba, Ramiro Vallejos, aseguró que varios de sus habitantes se fueron a Brasil, por Guayaramerín y Cobija, y otros a Perú, por Desaguadero.
“Nuestra población es de 120.000 habitantes, los afectados son unos 60.000. Hemos planteado al Gobierno un plan de empleo temporal, los argentinos venían a proveerse del país”, manifestó.