Después de estudiar lo que se servía hasta el momento, diseñó comidas prácticas, pero ricas y saludables. (Aerolíneas Argentinas)
Diseñó comidas prácticas, pero ricas y saludables. “En clase turista, por ejemplo, en lugar de una bandeja con muchos ítems queremos dar una bolsita de papel con un buen producto de pastelería y un café para llevar. Esto le daría la opción al pasajero de dormir un rato más y consumirlo al bajar del avión, si así lo quisiera”, explicó.
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La propuesta incluye procesos de cocción en dos tiempos, para terminar de cocinar vegetales y carnes a bordo, lo que permite conservar el sabor y consistencia, reduciendo el impacto del ambiente seco y la altitud.
Al final del vuelo, el comandante Zarlenga no solo verifica que sus pasajeros hayan tenido un vuelo confortable sino también un menú placentero.
La primera piloto embarazada en actividad de LATAM
La experiencia de vuelo de Andrea Gonçalves, copiloto de la flota Boeing 767 de LATAM Argentina, comenzó en California, Estados Unidos, a los 25 años.
"Realicé mis estudios para obtener la licencia de Piloto Privado, Instrumentos, Comercial e Instructora de Vuelo en un aeropuerto que se llama Reid-Hillview (KRHV), donde volé diferentes tipos de aeronaves, desde Cessna 152 hasta King Air 200", cuenta Andrea y agrega: "Me encantaba dar instrucción en bimotores y realizar vuelos a Lake Tahoe, una zona con centros de esquí donde la gente hace viajes de fin de semana".
Andrea Gonçalves, copiloto de Latam Argentina
Pero para obtener la licencia de Transporte de Linea Aérea necesitaba más experiencia y más horas de vuelo. "Por eso me sumé a un equipo de trabajo que realizaba vuelos de "traffic watch" para la cadena de noticias CBS News; sobrevolaba la zona y diferentes autopistas con un periodista que reportaba el tránsito cada 8 minutos en vivo", recuerda Andrea.
Con la licencia, empezó a trabajar en American Eagle, empresa regional de American Airlines. Estaba basada en el aeropuerto de La Guardia (Nueva York) y volaba desde ahí o desde JFK a destinos en Canadá, Dallas, Carolina del Norte, Atlanta, Florida, Chicago, Las Vegas, Los Ángeles y San Francisco.
"Tuve la suerte de ganar mucha experiencia operando en estos lugares con mucha diversidad en cuanto a meteorología, procedimientos de tiempo frío y aeropuertos de alta complejidad", cuenta.
En uno de los viajes a la Argentina para visitar a sus padres, Andrea recuerda un vuelo a Bariloche con LAN Argentina (hoy LATAM) en el que "quedé sorprendida con la forma de operar y me propuse volver a Argentina para trabajar en la compañía".
En 2010 logró la ansiada meta y junto con otra colega resultaron las primeras mujeres piloto de la compañia. Andrea se desempeñó como Primer Oficial de la flota Airbus 320 hasta el 2017, y en abril del 2018 pasó al Boeing 767.
Pero además, Andrea se recibió de psicóloga y espera también, algún día, poder hacer su aporte a la aviación desde ese lugar.
En medio de toda su historia profesional, Andrea tuvo dos hijos que ahora tienen 6 y 3 años.
"Fui la primera piloto embarazada estando en actividad, y con muchas expectativas porque era la primera vez que la empresa acompañaba una situación así. Superó mis expectativas", dice y agrega que su marido también es piloto con lo que los vuelos son un desafío constante para la organización familiar
"Me fascina lo que hago, amo lo que hago, y me siento privilegiada de poder hacer lo que me apasiona", finaliza Andrea.