Al día siguiente él llamó por teléfono a la mujer que había atacado. Le pidió disculpas y le dijo que no recordaba lo que había sucedido la noche anterior, pero le pidió que se tomara la pastilla del día después para evitar un embarazo.
El día de la boda, el futuro esposo volvió a comunicarse con la víctima. En un mensaje de texto le explicó lo siguiente: “Quería disculparme nuevamente por todo. ¿Podemos, por favor, estar tan felices como sea posible por (la novia) hoy? Los errores están tras nosotros y yo solo necesito concluir con esto antes de que haga esto, por eso te envío esto. Estoy feliz como siempre de casarme con (la novia) y sé que es terrible, pero mi d* estaba en la ducha. Nosotros no lo hicimos pero podrías considerar tener un plan B? Estoy casi seguro de que no hay posibilidad, pero aún así. Por favor dime que si, te lo ruego”.
Sin embargo, él se encargó de contar una versión distinta a sus conocidos. Dijo que la mujer lo siguió hasta el vestidor después de que él le dijera que se iba a duchar. Ella se dio cuenta de que Carney estaba en estado de ebriedad y se aprovechó de él.
A pesar de todo, la boda de ese día se llevó a cabo. Pero la mujer no dejaría pasar el abuso, así que al día siguiente fue al hospital para informar que había sido agredida sexualmente. También declaró ante la policía, quienes de inmediato investigaron su caso.
Ellos analizaron las cámaras de seguridad del hotel y con las imágenes obtenidas aclararon lo que pasó. En una grabación del pasillo se ve a la dama de honor balancéandose y sosteniéndose para poder caminar. En la puerta del vestuario Daniel Carney la toma por los brazos y la tira en el interior.
También analizaron las llamadas que le realizó a la víctima en donde él, en reiteradas ocasiones, acepta que todo fue su culpa, por lo que fue acusado.