Viernes 11 de Octubre de 2019, 12:36
Una trabajadora de un call center de España encontró una cámara en el baño de mujeres, lo denunció a sus jefes, y le pidieron que no dijera nada.
El caso escandalizó a la comunidad en Valladolid, España. La trabajadora de Konecta Valladolid estaba en el baño y, cuando fue a agarrar papel higiénico, metió la mano en el dispensador y sobre la mano le cayó una pequeña cámara, que estaba sujeta con un imán.
La mujer recurrió inmediatamente a las autoridades de la empresa, pero, en lugar de llamar a la Policía como ella hubiera esperado, el responsable de sistemas comprobó que la cámara funcionaba y pidió a la mujer que buscar en los demás baños a ver si encontraba más dispositivos similares.
Pero también le dijo que no dijera nada sobre su hallazgo, para “no crear alarma” y poder dar “ellos mismos” con el culpable de colocar las cámaras.
Al poco tiempo, ya con todas las trabajadoras al tanto de la situación, el sindicato UGT circuló carteles con leyendas como: “Te hacen mobbing… son relaciones personales”, “tenemos a un exhibicionista a la salida de nuestro trabajo… está en la calle ¡búscate la vida!”, “te ponen una cámara en el baño…cállate la boca porque creas alarma”.