Alberto Fernández considera que la estrategia más eficaz para aplanar la curva de la pandemia es la cuarentena obligatoria. Y no para de cuestionar a los cientos de turistas que decidieron fugar hacia la Costa para esquivar una obligación legal que tiene fundamentos sanitarios. De hecho, el presidente adelantó la cuarentena cuando vio por televisión que las rutas a Mar del Plata y Pinamar estaban atestadas de autos, micros y camionetas.En este contexto, el presidente llamó a los intendentes de Vicente López, San Isidro, Tres de Febrero, Morón, Tigre y Ezeiza para que pusieran retenes en las salidas de sus distritos hacia la Panamericana, Richierri y el Acceso Oeste. Fue una muestra más de colaboración publica y apoyó político: esos retenes permitieron que el tránsito bajara muchísimo.-¿Qué pensás sobre la decisión de poner las barricadas en Ezeiza?-, le preguntaron el martes a Alberto Fernández.-Me pareció una locura. Si pones montañas de tierra o arena, no pueden pasar los camiones de comida-, contestó el presidente.-¿Y qué hiciste?-, insistió uno de los funcionarios mas cercano al jefe de Estado.-Lo llame a (Alejandro) Granados, (intendente de Ezeiza), y me explicó que estaba harto de la gente que salía de los countries para ir a jugar al golf...-¿Y?-Cuando me lo contó, le dije que tenía razón. Y ahí le pedí que cruzara dos camionetas, porque con la arena o la tierra, no podían entrar los camiones con la comida.Alberto Fernández ya empezó a definir cuánto tiempo más extenderá la cuarentena obligatoria. Su lógica cartesiana se apalancará sobre la curva de posibles contagiados y el probable pico de la pandemia que sería a principios de mayo.En esta decisión no tomará en cuenta razones económicas.“Elijo la salud. La economía se puede arreglar. Lo que no se puede arreglar es la salud de los argentinos”, aseguró el presidente cuando Infobae lo consultó sobre la duración de la cuarentena y su impacto sobre la situación económica causada por la pandemia./
Infobae