En Tucumán, la producción limonera marca el rumbo de la sustentabilidad

Sábado 11 de Abril de 2020, 08:10

La familia Maranzana invirtió en una planta fotovoltaica y certificó con la norma ISO 50001 para buscar nuevos mercados en el mundo para sus limones.



La sustentabilidad es “una marca” que todos los productores quieren alcanzar por varios motivos. Porque les asegura beneficios sociales, económicos y ambientales, y esto atrae naturalmente a los compradores internacionales que son exigidos cada vez más por los consumidores.

La familia Maranzana es un fiel ejemplo de estas características en Tucumán. Antonio, más conocido como “Nino”, comenzó en la actividad en 1988 cuando compró 60 hectáreas para producir limones en la zona de Los Nogales, a 15 kilómetros al norte de San Miguel de Tucumán. Más tarde, con la idea de sumar a toda su familia a su emprendimiento, Antonio creó en el 2000 una empresa que tiene a sus cuatro hijos como socios llamada Nynagro.

Federico Maranzana, gerente de Nynagro, es uno de los cuatro hijos socios junto a su padre.

Una vez armada la sociedad, fueron agrandando la producción hasta alcanzar las 200 hectáreas de la fruta. Además, fueron sumando la producción de granos y de hacienda en la localidad de Taco Ralo, al sur de la provincia tucumana. En la actualidad, trabajan 4.800 hectáreas donde la producción de soja, maíz y trigo ocupan la mayoría de la superficie (4.000 hectáreas) y 200 hectáreas le dedican a la ganadería. También tienen 150 hectáreas de caña de azúcar pero lo arrendaron a un ingenio.

La empresa dio un giro en la producción de limón desde que comenzó con la producción. Primero, vendían la fruta a diferentes fábricas. Luego, comenzaron a buscar calidad en los limones para venderles la caja terminada a los exportadores. Y finalmente, hace 5 años, le dieron su impronta personal y decidieron subir un escalón más y empezar a exportar por su propia cuenta bajo dos marcas: Don Nino y Del Rocío

“Las dos marcas son de la misma calidad pero con estecon esta estrategia diferenciamos a los clientes”, indicó Federico Maranzana, gerente de Nynagro y uno de los cuatro hijos de Antonio (los otros tres no están directamente ligados a la empresa ahora)

Según narró, buscaron clientes con la ayuda de la tecnología (internet) y viajaron a diferentes ferias en el mundo para desarrollar la pata comercial, que según reconoció Federico, que trabaja junto a su cuñado, Ignacio jasin, “para un productor es lo más débil”.

Producen 6.000 toneladas de limones al año y exportan la producción en su totalidad.

El principal mercado al que envían la fruta es a la Unión Europea. Los limones son embarcados hacia Holanda que luego el país europeo lo distribuye a diferentes países del continente. Tienen clientes en Suiza, Francia y España, Rusia, entre otros. Y este año apuntan a exportar al mercado de Estados Unidos.

Las dos marcas con las que comercializan los limones es Don Nino y Del Rocío.

Pero haber llegado con sus dos marcas a diferentes países tiene su explicación. Y es, sin dudas, producir de forma sustentable.

Esto tiene que ver con el armado de una planta fotovoltaica en 2018 tras invertir U$S 200.000, que genera una potencia de 40 kilowatts, lo que le permite a la empresa autogerararse el 80% de la electricidad que consumen en el año. ”Nos genera un ahorro aproximado de U$S 15.000 al año”, sacó cuentas Federico.

En total, la planta tiene 320 paneles solares incorporando la tecnología “tracker”, un sistema de montaje con seguidor solar que permite seguir al sol, desde la salida hasta la puesta. Según explicó, esto permite generar un 40% más de energía al año que los paneles solares fijos

Así funcionan los paneles solares con el sistema tracker.

A partir de este desarrollo, para dar a conocer a sus clientes la forma de trabajar, certificaron este proceso con ISO 50001, una norma de energía renovable internacional que tiene como objetivo mantener y mejorar un sistema de gestión de energía en una organización y fue auditada por una certificadora que vino directamente desde Alemania.

“Tengo entendido que hay pocas empresas que la tienen en Argentina. Y dentro de la actividad agropecuaria, somos la única. Es un orgullo, es una chapa haber certificado con esta norma”, sacó pecho el productor tucumano, que ya tenía dos certificaciones más en su historial sobre recursos humanos.

Exportan limones principalmente a la Unión Europea.

Según comentó, esta norma es importante para llegar a los mercados más exigentes, como son los supermercados en Alemania, Inglaterra y Noruega, que les interesa conocer la trazabilidad del producto que van a consumir.

Cómo impacta el coronavirus en la cosecha de limones

La empresa Nynagro, que produce en Los Nogales, a 15 kilómetros a l norte de la ciudad de San Miguel de Tucumán, todavía no comenzó la cosecha de limones, que se extiende hasta agosto, mientras que en el sur, donde hay mayores lluvias, ya están en plena recolección.

Para Federico Maranzana, gerente de la empresa, es un alivio que no haya comenzado para poder prepararse mejor ante la pandemia del Coronavirus.

Según precisó, la cosecha de la fruta está tercerizada pero ya se reunieron con la empresa para ajustar los cuidados sanitarios para los trabajadores de la cosecha, que principalmente tendrán que dirigirse al establecimiento la mitad de los que lo hacen habiualmente en los micros. Y además, tendrán que usar todos los elementos sanitarios.

Asimismo, la compañía está incursionando en fertilizantes líquidos a través del riego para lograr mayor eficiencia en la aplicación. “Se puede pedir al proveedor, de acuerdo a tus necesidades, que el fertilizante líquido se arme a tu medida. Tiene un costo extra el producto pero se ahorra en la aplicación con el número de operadores”, apuntó./Clarín