Viernes 31 de Julio de 2020, 11:06

El cráter de Batagaika en Rusia crece año a año. Crédito: M.K. Ammosov North-Eastern Federal University
El cráter de Batagaika, en Rusia, conocido también como "la puerta al infierno", aumenta cada día un poco más, según explicó un especialista. Se trata de una estructura geológica emplazada en Siberia Oriental que crece en tamaño hasta 30 metros por año.La advertencia fue realizada por el investigador principal de la Facultad de Geología de la Universidad Estatal de Moscú, Vladímir Sívorotkin, en una entrevista en el periódico ruso Vechérnyaya Moskvá, que fue recogida por el portal Actualidad RT.
De acuerdo con el especialista, el tamaño del cráter que mide un
kilómetro de largo, 800 metros de ancho y hasta 100 metros de
profundidad, depende de la forma en la que actúa el permafrost con el
medio ambiente. En este sentido, esta "puerta al infierno" tiene su
origen en el termokarst,un terreno cuyas capas superiores se
descongelan, lo que produce que se destruya la superficie. Es decir, el
cráter va quedando al descubierto con el derretimiento del hielo en el
suelo permanentemente congelado de esta región.
Las altas temperaturas aceleran el crecimiento del cráter. Crédito: Julian Murton
Además, el proceso se ve agilizado debido al calentamiento global en el Ártico que produce manchas anormales de calor en la zona. El aumento de temperatura y las inundaciones produjeron que permafrost comenzara a derretirse,algo que alerta a los científicos, por los deslizamientos constantes de tierras.
El derretimiento del permafrost dejó al descubierto al cráter de Batagaika. Crédito: M.K. Ammosov North-Eastern Federal University
Sívorotkin asegura que para evitar este crecimiento del cráter, es necesario fortalecer las paredes del agujero.
200.000 años de historiaEl origen geológico del cráter de Batagaika comenzó en los años 60. La rápida desforestación en la zona implicó que en los meses de verano el terreno dejó de estar protegido por la sombra de los árboles.
El cráter reveló restos de antiguos árboles, por lo que se deduce que la zona estuvo densamente poblada en el pasado. Los rayos del sol calentaron el terreno y el proceso se aceleró ante la falta de transpiración vegetal, que habría disminuido la temperatura del suelo. Esta combinación llevó al calentamiento de la superficie.
La zona estuvo densamente poblada en el pasado Crédito: Julian Murton
Se trata de un cráter muy valioso. Los científicos aseguran que
se trata de una ventana única al pasado, un registro detallado de historia de la Tierra. Las capas de sedimento expuestas revelan cómo fue el clima en la región durante 200.000 años.
Este registro geológico puede ayudar a comprender cómo será en el futuro la adaptación de la región al calentamiento global.
/La Nación
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