Familiares de un niño en coma niegan agresiones y piden que les expliquen qué pasó en el Hospital de Niños

Lunes 10 de Agosto de 2020, 04:41

RECLAMOS. Desde hace 40 días, la familia de Fabricio Cabrera acampa frente al Hospital de Niños con carteles y fotos para exigir una explicación. la gaceta / fotos de antonio ferroni LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI.



“En el hospital hay cámaras para que vean si es que nosotros en algún momento nos fuimos a las manos o amenazamos a algún médico. Que la Justicia pida las cámaras, que ahí se verá todo. Todas las manifestaciones que hicimos fueron con la Policía cortando la calle y no se rompió nada”, resaltó Ezequiel Ibáñez, tío de Fabricio Cabrera, el menor que fue operado en el Hospital de Niños y que se encuentra en estado delicado.

Algunos médicos de ese centro asistencial denunciaron que sufrieron agravios y amenazas por parte de los parientes del niño. Ibáñez aseguró incluso: “subimos a las redes sociales que queremos que nos den una respuesta sobre lo que pasó aquí, pero no es cierto que hayamos amenazado a alguien”.

Natalia Ibáñez
, la madre del paciente también desmintió esa versión de los hechos, y relató que el 29 de junio Cabrera se sometió a estudios por una apendicitis. “Al día siguiente, a las 11 me dijeron que iría al quirófano y que lo operaría el doctor y la cirujana ‘tal’; a las 14 salió mi hijo. Cuando entramos a verlo, nos dijeron que la operación había sido un éxito. Lo vi a mi hijo pálido, a su hermano ya lo habían operado por lo mismo y esto no me pareció normal. Pedí que me hicieran ver que le habían sacado. No me mostraron nada y jamás salió un médico a decirme quién había operado a mi niño”, detalló la mujer, que utilizaba un barbijo personalizado con la foto y la frase: “Justicia por Fabricio”.

“En el trayecto hasta su habitación, veo que abre los ojos y se cae, como si hubiese sufrido un paro. Pregunté qué pasaba y me contestaron ‘es la anestesia, ya va a pasarle’. Lo acostaron en al cama y no reaccionaba, le tocamos el abdomen y notamos que no respiraba, una enfermera le hizo primeros auxilios y ahí mi hijo volvió en sí, pero parece que no terminaba de reaccionar porque se llenó de médicos el lugar y le pusieron una inyección roja en el pecho; no lograban estabilizarlo”, continuó contando.

Ibáñez recordó una frase durante el tenso momento: “‘está cortándose Cabrera’, decían, en medio de las corridas”. Según explicó, el niño entró en coma y aún no despierta. Desde hace 39 días, la familia se instaló con una carpa en la entrada del nosocomio. “Queremos una explicación”, repitieron.

“El neurólogo le hizo un estudio y me dijo que todas sus neuronas están destrozadas por los varios paros que sufrió. Yo entonces salí gritando, el médico que operó a mi hijo ¿dónde está? ¿Por qué no nos explica qué pasó? Me dijeron que estaba grave, que había que esperar por un milagro. En la resonancia sale que mi hijo tiene las neuronas destruidas y que tiene las córneas afectadas”, indicó la mamá del niño, que lucha por su vida con respiración artificial, según dijeron.

Ibáñez reclamó que nunca se presentó el cirujano a explicarle cómo había sido el procedimiento, y que la directora del hospital les dijo que al cirujano y al anestesista le habían dado licencia por seis meses.

“Desde hace unas semanas me vienen dando los partes médicos por separado. Me decían que mi hijo estaba estable, pero cuando entré a ver a mi hijo tenía suspendida la leche porque ahora dicen que no la tolera, estaba con 40° de fiebre. El jueves quise hablar con la directora, el viernes también. Mi hijo pasó por una toracotomía y todavía no sé cómo salió de esa cirugía”, agregó.

A pesar de esa situación, aseguró que: “jamás me fui a las manos con ningún doctor, desmiento lo que dijeron de nosotros. Somos personas humildes y respetuosas, a mí sí me agredieron el jueves, me tiraron de la remera para apartarme. Por eso digo, que muestren las cámaras”.

Por último la madre de Cabrera advirtió otra cuestión. “Hace dos semanas, por escrito, me dieron un parte médico que yo le llevé a mi abogada. Ella me llamó diciéndome que (según el informe) mi hijo tenía problemas neurológicos, que entró con silla de ruedas al hospital y que iba a una escuela especial. Según ellos ahora se le despertó aún más el problema neurológico. Eso no es así, mi hijo es un chico sano que era abanderado de la escuela Juan Pablo de El Manantial Sur”, concluyó.

Su hermano Ezequiel Ibáñez profundizó sobre ese tema: “mintieron que el chico era discapacitado y que había entrado en silla de ruedas al hospital. Cuando vinieron la directora y las maestras de la escuela a decir que mi sobrino era un excelente alumno, hasta fue abanderado. A las docentes las corrieron del hospital para que no intervinieran. Desde hace más de un mes que no viene alguien a decirnos qué se hizo en el procedimiento. Esto ya está en manos de abogados, hicimos la denuncia”. /La Gaceta