Miércoles 25 de Noviembre de 2020, 07:18
Un llamado a las autoridades advirtiendo sobre ruidos, música fuerte y mucho movimiento de gente el sábado pasado, provocó la visita de la policía de Nueva York al club Calígula en Queens. Cuando se abrieron las puertas quedó expuesto un mundillo de descontrol de una discoteca swinger que violaba prácticamente todas las notas de prevención contra el coronavirus.