Fueron novios en la secundaria, se reencontraron tras 53 años y lograron reunirse con la hija que habían abandonado

Martes 23 de Febrero de 2021, 10:40

El matrimonio de Karen y Denny Vinar junto a su hija biológica.



Esta en una de esas historias de resiliencia que emocionan y afortunadamente, tienen un final feliz. Karen y Denny Vinar eran adolescentes y cursaban juntos la secundaria cuando ella quedó embarazada de él. Debido a las presiones y prejuicios sociales de aquella época, sumado a sus cortas edades, la madre de la joven la forzó a que diera a su beba en adopción. La entonces adolescente no tuvo muchas chances de decidir. Su hija la había sido arrebatada y ella fue llevada a un hogar de madres solteras, donde Denny -su entonces novio- sólo pudo acudir un par de veces a verla. El día que nació la nena, ellos sólo pudieron sostenerla una hora antes de que sea dada en adopción. Ese fue su fin como padres y como pareja.





Ese traumático hecho los separó y cada uno -como pudo- siguió su camino, seguramente sin haber podido olvidar a aquel pequeño e indefenso ser que habían traído a la vida juntos. Denny fue al ejército y tras volver, intentó proponerle matrimonio a Karen, pero su entonces suegra se lo impidió y la relación entre ellos se disolvió en todo sentido. Eran los años 60 y, pese al amor que se tenían, no contaban con la libertad de tomar decisiones, ni en lo personal ni emocional.

El tiempo fue pasando, pero nunca dejaron de pensar en el otro, incluso habiendo rehecho sus vidas por separado. Como en la película “The Notebook” (“Diario de una pasión” en español), Denny no se dio por vencido. En 2014 buscó a Karen por Internet y dio con su contacto. Habían pasado 53 años desde aquel romance adolescente y “prohibido”. Ella le respondió los mensajes y pasaron horas charlando, como si el tiempo nunca hubiera pasado. Al día siguiente, Denny viajó a Washington y 36 horas más tarde, se casaron sin pensarlo un segundo ni rendirle cuentas a nadie.


Sin embargo, no todo era color de rosa. Entre ellos y su historia, había una cuenta pendiente que aturdía sus almas: su hija. Fue así que decidieron encarar la búsqueda de aquella beba que habían tenido que abandonar forzadamente. Sabían que no podían remediar aquel acto, pero al mismo tiempo entendían que no había sido una decisión de ellos y que al menos podrían verla, acariciarla y saber cómo era su vida. Tampoco pretendían que la joven los perdonara, pero sólo querían explicarle lo que había pasado y estar tranquilos de que estuviera bien.

Fue así como ambos se animaron a este viaje de redención y comenzaron a trabajar juntos en servicios sociales para facilitar la búsqueda. Sabían que su hija se llamaba Jean y tras ubicarla, le enviaron una carta que al principio rechazó. No obstante, no bajaron los brazos por acercarse a ella y recuperarla.

El esposo de Jean vio la carta y le aconsejó a su esposa que conociera a sus padres biológicos y se diese a ella misma esa oportunidad. Afortunadamente, la joven accedió y los citó en su casa. Ni bien la vieron, Karen y Denny rompieron en llanto y corrieron a abrazarla. Fue un momento de muchas emociones, de esos inolvidables que sanan cualquier mala decisión o herida del alma.

Jean, Karen y Denny lograron limar asperezas y formaron una gran familia. No sólo comparten los cumpleaños y fiestas navideñas, sino que poco a poco, fueron recuperando todos esos años de vínculo perdido. /TN