El macabro HALLAZGO el día que secaron las cataratas del Niágara

Martes 15 de Junio de 2021, 15:27

En el año 1969, una parte de las cataratas del Niágara se secaron artificialmente y allí los trabajadores se encontraron con un desagradable descubrimiento



Las cataratas del río Niágara, ubicadas en la zona fronteriza entre Estados Unidos y Canadá, es uno de los atractivos turísticos más impactantes que comparten esos dos países. Es por ello que el mundo quedó asombrado cuando, en junio de 1969, una de las tres cascadas de esta maravilla natural quedó completamente seca gracias a una colosal obra realizada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense.

Pero la sequía programada de la cascada American Falls, que dejó apenas un goteo donde antes fluían millones de litros, trajo aparejada una macabra sorpresa: en algún lugar donde por miles y miles de años caían las aguas del Niágara se encontraron los cadáveres de un hombre y una mujer.

La decisión de cortar el flujo de agua sobre esa caída del Niágara se tomó por la necesidad de realizar en ese sitio un estudio geológico a causa de la preocupación que existía de que las rocas que se deslizaron durante miles de años debajo de American Falls pudieran erosionar definitivamente esa zona de las cataratas.

En junio de 1969, entonces, una comisión conjunta de estadounidense-canadiense decidió deshidratar la zona por unos cinco meses para realizar todo tipo de estudios sobre el terreno.

El macabro hallazgo que apareció el día que secaron las cataratas del  Niágara - LA NACION
American Falls, en las cataratas del Niágara, con las cascadas en su máximo esplendor

De acuerdo con lo que narra el medio de Estados Unidos Mashable, durante tres días del mes de junio, más de 1200 camiones arrojaron casi 28.000 toneladas de relleno rocoso para construir una ataguía río arriba, que desvió el flujo del Niágara lejos de las American Falls y hacia otra de las caídas de las cataratas, las Horseshoe Falls, ubicadas en el lado canadiense de la famosa atracción turística.

Una vez que estuvieron secas las cataratas en la citada caída, el Cuerpo de Ingeniería de los Estados Unidos se dispuso a comenzar sus trabajos e investigaciones.

Cadáveres y monedas

Y fue justamente en ese primer momento de asombro en que las aguas de la caída de unos 50 metros ya no estaban ahí cuando quienes trabajaban en los estudios geológicos de la zona descubrieron los dos cadáveres.

“Los cuerpos de un hombre y una mujer no identificados se han encontrado aquí en un comienzo espeluznante de una gran hazaña de ingeniería que detuvo el flujo del río Niágara que ya no cae sobre las cataratas americanas”, explicaba en su momento el medio canadiense The Vancouver Sun.

El artículo agregaba que el cuerpo de la mujer, que se encontraba descompuesto, había sido hallado cuando la policía buscaba el cadáver de un hombre, que había sido visto días antes saltando a hacia el fondo de las cataratas.

A pesar de lo macabro del hallazgo, muchos fueron los que en ese tiempo se mostraron sorprendidos de que solamente se hubieran encontrado dos cuerpos, cuando hubo muchas personas que cayeron en ese lugar a lo largo de los años, ya sea por accidentes o suicidios.

El macabro hallazgo que apareció el día que secaron las cataratas del  Niágara - LA NACION
Vista aérea de las cataratas del Niágara completamente secas

El lado colorido de esta sequía artificial del magnífico paisaje se dio cuando una gran cantidad de turistas deslumbrados por este fenómeno comenzaron a circular por la zona. Su principal entretenimiento fue el de buscar las numerosas monedas que fueron arrojando en el lugar cientos de visitantes a través de los años.

En cuanto a las tareas de ingeniería realizadas en el lugar, se plantaron instrumentos para monitorear los movimientos de las rocas en diversos puntos y se instalaron cables y pernos de acero para estabilizar algunas piedras en los sectores conocidos como Luna Island y Bridal Veil Falls. También se realizaron orificios de drenaje para aliviar, en sitios estratégicos, la presión hidrostática.

Luego de realizar los trabajos necesarios de ingeniería, en el mes de noviembre de ese mismo 1969, los trabajadores retiraron poco a poco las piedras de la ataguía, y lentamente las aguas del Niágara comenzaron a rugir nuevamente en American Falls. /La Nación