Aghoris, la secta más extraña de la enigmática India: son caníbales

Domingo 11 de Julio de 2021, 16:35

Raro grupo. No utilizan ropa, se los acusa de caníbales, usan cráneos humanos como vasos para beber infusiones y fuman marihuana en grandes cantidades. Cultura: Los Aghoris tienen relaciones sexuales arriba de cadáveres prendidos fuego.



Varias son las creencias que existen en el mundo y los movimientos que se conocen en la actualidad, pero existe uno en particular que llama la atención por su forma de vivir en el siglo XXI, que ofrece tantos beneficios por el avance de la tecnología y demás. La secta conocida como Los Aghoris, está conformada por ciudadanos de la India que viven casi siempre desnudos, comen carne humana si se da la ocasión, de ahí que se los califique como caníbales, aunque algunos especialistas lo niegan, usan cráneos como cuencos para tomar bebidas y fuman marihuana, todos características de la secta que llama la atención en el siglo XXI por la forma en la que deciden vivir.

Estas no son las únicas características que hacen de esta secta una forma peculiar de vida en la actualidad. Los Aghoris son personas que meditan, comen, duermen y disfrutan de tener sexo en un lugar particular, como por ejemplo en el medio de cadáveres ardiendo, es decir en plena llamas, en los campos de cremación de la India.

Los hombres conocidos como "Aghoris" son ciudadanos de las prácticas hindúes que viven al margen de las costumbres de la sociedad india e implementan su propia forma de vida sin darle importancia a la ley y a lo que terceros piensen. En el único momento que los ciudadanos pertenecientes a esta secta salen de sus creencias y sus costumbres, es cuándo se da lugar la festividad india del baño llamada Kumbh Mela.

Características espirituales

Un experto en el campo, James Mallinson, que es el encargado de enseñar sobre los estudios sánscritos e indios clásicos en las Escuela de Estudios Africanos y Orientales de Londres, comentó que "el principio subyacente de su práctica es trascender las leyes de la pureza para alcanzar la iluminación espiritual y ser uno con Dios". A pesar de que el experto haya tenido contacto con este movimiento de personas, dijo que no puede integrar parte de la secta porque es un mahat o gurú ordenado, con un culto ascético diferente.



El especialista es uno de los mejores preparados para hablar sobre la secta Aghoris ya que tuvo contacto personal con ellos. Uno de los datos más importante que brindó el hombre es que "el enfoque de Aghori es asumir los tabúes obvios y romperlos. Rechazan las nociones normales de bueno y malo". En este mismo contexto, el experto en la secta de los hindúes caníbales añadió que "su camino hacia el progreso espiritual involucra prácticas locas y peligrosas, como comer carne humana e incluso sus propias heces. Pero creen que al hacer estas cosas que otros evitan, alcanzan un mayor estado de conciencia".

¿Cómo se originó la secta caníbal de la India? La palabra utilizada por la secta, Aghori, comenzó a ganar fuerza durante el siglo XVIII. Esta secta que continúa teniendo una gran participación de personas, tomó ejemplos similares a los de las tradiciones de los ascetas Kapalikas, quiénes eran literalmente portadores de cráneos. Las acciones de los Kapalikas se documentan desde el siglo VII. Este movimiento incluso realizaba sacrificios humanos, en la actualidad la secta ya no existe y la que más se aproxima a alguna de sus prácticas es Aghoris.

Otro ítems que posee esta secta, es que no se encuentran bien organizados, según indicó el experto que los investigó y estudió. La mayoría del tiempo viven aislados, no solo de la sociedad sino también entre ellos , es decir entre sus familiares e integrantes del movimiento. Otra característica que los define , según indicó Mallinson, es que los cargos que pudieron tener los Aghori antes de pertenecer a la secta pudieron ser varios e incluso muy importantes. El investigador mencionó que incluso en la secta un integrante había sido "un asesor del rey de Nepal".

Varias pueden ser las explicaciones del por qué eligen ese modo de vida, pero Manoj Thakkar, quién es el autor del libro "Aghori: A Biographical Novel", menciona entre sus líneas que se trata de un grupo de personas que son incomprendidos. Además, añade que se trata de personas que tienen un estilo de vida muy simple y buscan vivir con la naturaleza y no piden nada externo a lo que la Tierra le brinda.

"Ven todo como una manifestación de un ser supremo. No rechazan ni odian a nadie ni a nada. Por eso no hacen una distinción entre la carne de un animal sacrificado y la carne humana. Comen lo que hay", señala en el libro que habla específicamente de la forma de vida de esta secta que sobrevive hasta el día de la fecha. El libro también destaca que el sacrificio de animales sigue siendo un pilar importante en la cultura y creencia de los Aghoris, ya que son parte de su adoración.


Una frase destacable que se puede encontrar en el libro de Thakkar, quién estudió durante mucho tiempo la forma de vida de este grupo de personas, es la que dice: "Fuman marihuana y, sin embargo, tratan de ser conscientes de sí mismos, incluso en el estado de hiperexcitación".

Los dos investigadores que estuvieron analizando, estudiando y compartiendo experiencias con este grupo de personas y conocer su cultura, creen que existen muy pocas personas que realmente practican el sistema de creencias Aghori.

Los dos utilizan el mismo argumento cuándo explican este punto,y es que muchos de los integrantes o participantes se presentan en los festivales de baño ritual y son miembros autodenominados de la secta, pero no cuentan con ninguna iniciación adecuada o correcta.

Según se cree, estas personas tratan de actuar como Aghoris sin serlo para poder entretener y llamar la atención de los turistas y peregrinos, para así poder conseguir dinero.

Sus ideales

Este grupo de personas que imita la cultura recibe por parte de los devotos tanto comida como así también dinero, pero Thakkar que se encargó estudiar e introducirse con esta comunidad mencionó que los verdaderos Aghoris son indiferentes al dinero y no buscan conseguir beneficios económicos de terceros.



El investigador enfatizó que los aghoris "rezan por el bienestar de todos. No se preocupan por las personas que desean su bendición para un niño o para construir una casa".


Los Aghoris veneran a un dios hindú llamado Shiva. Según comentaron los pertenecientes a esta cultura, Shiva es el dios de la destrucción y su consorte Shakthi. En Bengala, región situada en el noreste del subcontinente indio, se los puede observar viviendo en la zona de los cementerios.

¿Cuál es la idea o meta final de los Aghoris con el tema de la muerte y las actividades que realizan en este ámbito? Según explicó Thakkar, "la mayoría de las personas temen a la muerte. Las tierras de la cremación simbolizan la muerte. Ese es el punto de partida para un Aghori. Quieren desafiar la moral y los valores del hombre común".

Sectores minoritarios en el siglo XXI

Es preciso mencionar que como secta se entiende cualquier organización  que siga una doctrina apartada de lo considerado como "ortodoxo". El término es ambiguo y es usado generalmente con connotaciones negativas. Además, entre las sectas existen grupúsculos con creencias insólitas, pero que no representan ningún riesgo para la sociedad general.

Existen sectas o cultos cuyas ideologías utilizan la libertad de culto para así poder cometer actos que son considerados inconstitucionales o directamente considerados hechos criminales, según indica la tesis pública de Julio Roberto Martínez, de la Universidad Libre.

En las actualidad las sectas que sobrevivieron y existieron en el siglo actual son: Nuwaubianismo, Aleph, Ku Klux Klan.

Esta última es uno de los grupos sectarios más antiguos. Su origen se estima a mediados del siglo XIX. En la actualidad existen grupos formados por energúmenos seguidores de los pilares principales del Klan. Este grupo se declara a favor de el el racismo, el supremacismo blanco, el anticomunismo, entre otros.

Por su parte, el Nuwaubianismo mezcla un fanatismo desbordado por el Antiguo Egipto con teorías conspirativas y creencias propias del islam, pero también de sectas ufológicas. Este movimiento fue creado  por el estadounidense Dwight York en la década de los 70.

Y por último, el Aleph es una secta fundada en los años 80 por Shoko Asahara, quien dijo ser el nuevo Jesucristo y el nuevo iluminado después de Buda. Además, es reconocida como la culpable de los atentados de 1995 en el metro de Tokio. /Crónica