El segundo llegó después de que se desprendiera de un maul, apuntalado por Iván Nemer, otro primera línea argentino, que puede hacer su estreno en el seleccionado nacional en la ventana de noviembre, contra Italia como visitante.
Fue el primer partido de Gallo luego de aquella presentación absoluta en los Pumas, del 2 de octubre en el Championship. Ese día ingresó en el segundo tiempo en Gold Coast y 28 minutos en la cancha le alcanzaron para obtener otro par de tries. Eso lo convirtió en el tercer pilar de la historia del rugby en apoyar dos veces en el in-goal ajeno en su debut, luego de Hugh Wyndham en Canadá vs. Gales y Roberto Fariello en Argentina vs. Paraguay.
Gallo, formado en Universitario, de Tucumán, llegó a Italia en 2020. En su temporada inicial se afianzó en la primera línea de Benetton. Protagonizó 19 partidos, incluidos 11 como titular, y se consagró campeón de la Rainbow Cup gracias a la final ganada a Bulls, de Sudáfrica.
En Europa ya empiezan a echarle un ojo. La página de Autumn Nations Series nombró al argentino como uno de los jugadores por seguir y lo comparó con algunas glorias de los Pumas: “Parece inevitable que Gallo, de 22 años, esté destinado a la grandeza, siguiendo los pasos de una larga lista de pilares argentinos de clase mundial, como Rodrigo Roncero, Martín Scelzo y Marcos Ayerza. Una combinación de potencia bruta, como se mostró contra Australia, y un ritmo extremo, alcanzando las 31 millas por hora [sic] para anotar ese try contra Francia sub-20 en 2019. Gallo tiene los atributos físicos del pilar ideal hecho en una fábrica. Tiene todo el potencial para ser una parte importante de la primera línea de Argentina durante la próxima década, con un ritmo escandaloso y una potencia increíble, mientras que su bajo centro de gravedad no sólo se suma a su destreza para llevar la pelota, sino también a su habilidad en el momento del scrum”.
Justamente el scrum es uno de los puntos que debe pulir mientras se desarrolla como pilar. Los primeras líneas necesitan tiempo para alcanzar su máximo potencial y Gallo, cuyas cualidades ofensivas lo hacen diferente, tiene varios años por delante como para alcanzar la elite del rugby, según publica La Nación.
El día que corrió 60 metros para el mejor try del Mundial juvenil: