Jueves 26 de Enero de 2023, 07:01

Playas de Florianópolis, uno de los destinos elegidos de los argentinos.
La demanda de atención por el brote de gastroenteritis en las principales playas del sureste de Brasil, que este verano vive un “boom†turÃstico con la recuperación de la presencia de argentinos, no da tregua y sigue creciendo.
Las autoridades sanitarias del estado de Santa Catarina informaron el fin de semana que los casos se extienden más allá de Florianópolis, hacia otras ocho localidades balnearias al norte.
Son 16.000 los casos asociados con este brote epidémico bajo vigilancia.
“Estamos monitoreando el aumento de la cantidad de casos desde principio de enero. Con los municipios que se habló [por la aparición de casos], se les solicitó el relevamiento de las consultas e iniciamos la investigación epidemiológica para establecer los factores de riesgo detrás del aumento del número de casos de gastroenteritisâ€, detalló Fábio Gaudenzi, superintendente de Vigilancia Sanitaria de la SecretarÃa de Salud de Santa Catarina.
Solo en Florianópolis, donde el municipio declaró hace dos semanas la epidemia de diarrea aguda, el número de afectados subió un 30% en los tres últimos dÃas, al pasar de 3.241 a 4.218 la cantidad de personas, entre residentes y turistas, que consultaron en las unidades de pronta atención (UPA) norte (Canasvieiras) y sur (Campeche) de la isla que funcionan como unidades centinela. Se presume que la cantidad es mayor debido a que no todos consultan.
Además de Florianópolis, los casos se extienden a Camboriú, Bombinhas, Itapema, Navegantes, Peña, Balneario Picarras, Porto Belo e Itaja.
“Es muy difÃcil establecer una causa única en este contexto. Normalmente, en un brote con estas caracterÃsticas, son varias las causas de estas diarreasâ€, agregó el funcionario brasileño.
Los primeros análisis de 12 de 19 muestras de pacientes y una del RÃo do Brás, Canasvieiras, confirmaron que se trata de una virosis por norovirus humano genotipo 1. Gaudenzi indicó que en tres de cuatro muestras fecales de afectados de Camboriú, más hacia el norte en el estado, se identificó la presencia de rotavirus, otro virus entérico.
Las otras nueve muestras positivas para norovirus corresponden a pacientes de Balneario Picarras, Itajai, Bombinhas, Porto Belo, Camboriú y Florianópolis.
“Hemos tenido brotes grandes de gastroenteritis en 2016, cuando se confirmó que el agente causal habÃa sido un norovirus, y en 2019 –recordó Gaudenzi–. En este brote, seguimos investigando.†El funcionario ya habÃa anticipado en un comunicado local el sábado pasado que ya en la segunda semana de este mes, la cantidad de casos habÃa superado a la del brote de 2016.
“Tenemos más de un agente causal identificado [por el norovirus en la mayorÃa de las localidades y rotavirus en Camboriú], un aumento abrupto de casos y la diseminación de la dolencia. EstarÃamos ante una combinación de agentes causales [con respecto del brote de 2016]â€, señaló Gaudenzi.
De los 25.000 casos de diarreas agudas informados en el sistema de vigilancia de la salud del estado de Santa Catarina, confirmó que “16.000 están asociados con el brote†bajo investigación.
“Altamente contagiosoâ€
Juan MartÃn Oteiza es investigador del Conicet y trabaja en el Laboratorio de MicrobiologÃa de los Alimentos del Centro de Investigación y Asistencia a la Industria (Ciati), en Neuquén, con varios microorganismos patógenos, como norovirus.
“Es un virus altamente contagioso, una persona enferma puede liberar millones de partÃculas virales [en las heces] –detalló–. Por otra parte, este tipo de virus tiene la capacidad de permanecer durante un tiempo prolongado en varias superficies tales como acero inoxidable, plástico, vidrio o madera, entre otras.â€
Otra caracterÃstica interesante, según destacó, es que los norovirus son altamente resistentes a la inactivación. “Todas estas caracterÃsticas facilitan su diseminación en el ambiente, pudiendo provocar brotes de magnitud como el que está ocurriendo en Brasil en estos momentos (muy difÃcil de controlar por cierto, en comparación a los ocurridos con otros patógenos)â€, agregó.
A eso, Oteiza sumó que es importante tener presente que la excreción del virus en las heces se produce desde el inicio de los sÃntomas hasta varias semanas después de la recuperación (hay reportes que mencionan perÃodos de hasta cuatro semanas, por ejemplo). En este sentido, según continuó, “las personas que sufrieron una infección por norovirus se relajan con los cuidados que tuvieron mientras que manifestaron sÃntomas, como por ejemplo no compartir toallas, lavarse las manos o higienizar superficies, y, asÃ, el virus puede seguir circulandoâ€. Esto, para el investigador, “genera una falsa sensación de seguridad en las personasâ€.
Afectados
Carlos, de 44 años, viajó con su esposa y tres hijos a Mariscal, en el municipio de Bombinhas, para pasar fin de año en esa playa.
El 31 de diciembre, quince minutos antes de medianoche, empezó con vómitos.
El primer dÃa del año pasó todo el dÃa en cama con un malestar general. “Me duró 24 horas. El 2 de enero me desperté y fui a la playa –relató–.
A los pocos dÃas, mi hijo del medio [de ocho años] también empezó con sÃntomas: esa mañana recuerdo que nos Ãbamos a una excursión en barco de cuatro horas y, obvio, él no pudo ir. Asà que me quedé y fue el resto de la familia. Cuando mi esposa le comentó al encargado de la excursión por qué no habÃamos ido le dijo ‘sÃ, hay muchos asÃ’ y nos reconoció el crédito y pudimos ir otro dÃa.â€
En el complejo en el que estaban alojados, una familia brasileña empezó con sÃntomas. “Ellos nos dijeron que era por algo que estaba pasando en al área y que los centros de salud estaban llenos de genteâ€, continuó Carlos.
Si bien el brote está afectando a personas de todas las edades, Gaudenzi precisó en diálogo telefónico que principalmente son adultos jóvenes. “No se han visto más casos en chicosâ€, aclaró.
Luana y su novio tuvieron fiebre y dolores estomacales, pero no están seguros de que haya sido por el virus del brote en Florianópolis. No consultaron en las UPA tampoco porque los sÃntomas duraron un dÃa y se recuperaron espontáneamente. “Está lleno de argentinos; hay muchÃsima gente y hay playas donde no pudimos entrar de la cantidad que habÃaâ€, describió, desde Bombinhas, la joven de 23 años.
La pareja estuvo en Barra de Lagoa, un distrito de Florianópolis donde, por ahora, las playas son aptas para uso recreativo de acuerdo al mapa de balneabilidad del Instituto de Medio Ambiente de Brasil. Según les comentan otros turistas argentinos, las playas “más contagiosas†están más al norte. Luana contó, además, que una de las recomendaciones por estos dÃas es lavarse los dientes con agua de bidón.
Carolina de Gregorio, de 23 años, se alojó con amigas en una casa en Playa de la Laguna, en Florianópolis.
“Nos contagiamos para el 11 de enero. CaÃmos 10 de 12 en el grupo –dijo–. Tuvimos fiebre, dolor de cabeza, diarrea, vómitos y dolor de panza. No fuimos al médico, nos cuidamos con la comida y tomamos Gatorade. Muchos en la misma playa, y las playas cercanas, estaban con el virus. No sabemos cómo nos contagiamos porque nos cuidamos con el agua, siempre comprábamos en el supermercado. No obstante, después de enfermarnos empezamos a lavar la verdura con agua que comprábamos.â€
Sebastián Ropero, de 26 años, estuvo siete dÃas en Praia do Rosa y los últimos tres los pasó en Florianópolis, en Playa de los Ingleses. El primer fin de semana de enero, sintió malestar estomacal, con vómitos y diarrea, y poca fuerza, sueño y deshidratación.
“Mi caso fue un poco más extenso, estuve una semana entera hasta sentirme 100% recuperado –repasó–. Pero mi hermana se sintió mal por dos o tres dÃas. Ninguno tuvo necesidad de ir a un médico. Fue solo cambiar la dieta a arroz, puré y pechuga de pollo. Cada tanto, si el malestar era muy fuerte, alguna medicina para el estómago.â€
En Praia do Rosa, se alojaron en una casa con cocina propia. “Ahà pudimos ser mucho más cuidadosos con el agua, hirviéndola antes de tomar e incluso para hacer hieloâ€, detalló Sebastián.
En Florianópolis, estuvieron en un hotel: “Relajamos los cuidados por no tener las mismas posibilidadesâ€, comentó.
El último dÃa de las vacaciones, se cruzaron con una chófer de Uber que les comentó que habÃa una alerta bromatológica en las playas de Florianópolis.
“Los turistas no tenÃan la información porque no la publicaban para no espantar al turismo; nos empezamos a enterar cuando volvimosâ€, dijo. /La Nación
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