Viernes 03 de Febrero de 2023, 13:30
La foto recorrió el mundo.
A bordo de un avión privado, Enzo Fernández (22 años) sonríe junto a su representante, el uruguayo Uriel Pérez Jaurena (46). Están a punto de despegar desde Lisboa rumbo a Londres para firmar un contrato hasta 2031 con Chelsea, de Inglaterra. A esa altura, el ex mediocampista de River ya era el futbolista argentino más caro de la historia, 121 millones de euros mediante. Y era, también el trampolín mediático para que su agente, acostumbrado a transferir futbolistas en Sudamérica y México, comenzara a jugar en las grandes ligas. Pérez Jaurena logró como representante lo que no pudo como futbolista: era un delantero potente y aguerrido que jugaba con vincha para el pelo y vistió 18 camisetas en este lado del mundo, pero nunca pudo destacarse en Europa.
Pérez Jaurena fundó “De 9?, su empresa de representación de futbolistas, dos años antes de retirarse en el ascenso profundo de la Argentina, con la camiseta de Defensores de Villa Ramallo. Había quedado en la historia como el máximo goleador charrúa de San Martín de San Juan, equipo para el que anotó 13 veces. Un logro modesto. También jugó para Belgrano, Platense, Nueva Chicago y Almagro. Un verdadero trotamundos que vivía del gol. Pero ahora vive mejor como representante. Tiene oficinas en Vicente López con un gimnasio al que los futbolistas de su escudería acuden para entrenarse o hacer ejercicios de rehablitación. Aunque la página web de su compañía está desactualizada (tiene fotos de Enzo Fernández, su jugador estrella, con la camiseta de River), el representante acude a Instagram o Twitter cuando quiere felicitar a alguno de sus clientes por un pase nuevo o la firma de una renovación de contrato.
“Es duro para negociar, pero cuando te dice algo, lo respeta. Los dirigentes lo tratan por eso”, dice alguien que lo conoce desde hace años. El trabajo de representante suele tener marketing negativo, pero el exdelantero parece saber cómo tratar a los directivos que compran y venden futbolistas.
“Un nuevo Paco Casal”, lo define un dirigente con quien negoció, evocando al histórico representante uruguayo que dominó ese ámbito en los 80 y 90 en Sudamérica.
“Usa cadenas de oro y fuma habanos”, amplía la fuente. Durante años, Pérez Jaurena fue el paso obligado para transferir futbolistas al mercado mexicano, el más poderoso de habla hispana después del español.
Uriel Pérez Jaurena junto a su jugador insginia: Enzo Fernández
Se hizo casi tan famoso como otro argentino que comenzó como analista de videos y hoy tiene hasta un club en LaLiga: Cristian Bragarnik. Hay quienes incluso dicen que son socios. Hace dos años, cuando este último estaba por firmar para hacerse cargo del fútbol de Ferro, ambos aparecieron por el club de Caballito para recorrer las instalaciones.
“No son socios. Ese día coincidieron porque Pérez había venido a hablar por un futbolista que queríamos traer”, dicen en el club de Caballito.
Pocos (salvo él mismo, quizás) vislumbraban que a Pérez Jaurena el fútbol le diera una segunda oportunidad. Los que lo trataron cuando llevaba el pelo embutido en una vincha y correteaba defensores rivales aseguran que tampoco tenía el gen típico uruguayo: no el de la garra sino el del mate.
“Era un futbolista del montón. Uno más. Tampoco era líder del vestuario”, relata un exdirectivo que coincidió con el Pérez Jaurena jugador. ¿Cómo hizo, entonces, para explotar como agente? Vínculos y suerte. Una receta tan vieja como la pelota.
El Uriel Pérez Jaurena futbolista le dio paso al representante unos años después del retiro. Lo hizo de la mano de dos jugadores que llegarían juntos a Boca y que pasaron por Belgrano de Córdoba, uno de los tantos clubes con los que trabaja el uruguayo. Ellos fueron el mediocampista charrúa Ribair Rodríguez y el defensor argentino Claudio “Chiqui” Pérez. Luego vendrían los aceitados lazos con México, donde se hizo conocido trabajando con Greg Taylor, un promotor futbolístico estadounidense. Cuentan que Taylor le vio a Pérez un talento: su ojo. El ex delantero charrúa sabía elegir jugadores buenos. Los buscaba, los reclutaba para la empresa y luego Taylor los vendía. Con el tiempo, los futbolistas le fueron tomando confianza a Pérez, quien además aceitó sus contactos con los clubes y comenzó a ser el puente entre Argentina-México. E influencia en dos clubes poderosos: Toluca y Rayados de Monterrey.
Uriel Pérez Jaurena, representante de Enzo Fernández, vestido de gala
Durante sus primeras temporadas como agente, Pérez Jaurena elogiaba a sus clientes a través de las redes sociales. Su primer perfil en Twitter, por ejemplo, está dormido. Ahora todo lo hace a través de @urielokde9, la cuenta que creó en agosto de 2015 y cuando ya tenía una agenda frondosa de contactos. Allí, sin embargo, no hay ni una línea del pase de los récords, el de Enzo Fernández a Chelsa. Su último posteo es un retuit a un video del vestuario argentino durante el Mundial de Qatar 2022. Data de noviembre del año pasado.
Pérez Jaurena elige Instagram, donde es @de9futbol. Allí sí hay instantáneas de su futbolista más valioso: Enzo. Y también aparecen Federico Mancuello, Nicolás Sánchez (ex Nueva Chicago, Godoy Cruz y River, además del fútbol mexicano), Enrique Triverio y el entrenador Claudio Biaggio. Incluso hay una imagen de un estudio de mercado realizado por el portal Transfermarkt, especializado en el mercado de transferencias: ubica a “De 9 Fútbol” como la séptima agencia de representación más valiosa de la Argentina. La primera es Score, de Bragarnik.
Una publicación de finales de 2021 llama la atención. “Feliz año !! No a todos.. solamente a la gente que quiere el bien para uno … a la gente que me quiere… a la gente que está siempre… a mi familia!! Salvo a unos pocos que me quieren ver mal.. y que hacen todo lo posible para arruinarme”, escribe Pérez Jaurena junto a una foto en lo que se lo ve de impecable saco negro y camisa blanca. El representante agrega: “(...) Desde que arranque en esto esto me quieren voltear, me quieren sacar del ruedo, y saben que… me hace mas fuerte, me hace creer más que se puede (...). Voy por todo!! Vamos por todo!! Levanten esa copa y brinden por todo lo que esta por venir!! Pobre de los que nos quieren ver en el piso, por que les aviso……… que esta banda está de pie!! FELIZ AÑO!!”. Para entonces, su nombre ya había aparecido en investigaciones periodísticas publicadas en México. Y la Justicia argentina le seguía la pista en una investigación por lavado de dinero. Un allanamiento a las oficinas de la AFA en el marco de aquella pesquisa hizo que su nombre rebotara en todos los despachos del fútbol argentino.
Enzo Fernández con su representante y su medalla de campeón del mundo en Qatar 2022
De espías y otras yerbas
La causa judicial contra Pérez Jaurena se inició en 2019. Tuvo su pico de popularidad en septiembre de 2021, cuando la jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado y el fiscal Fernando Domínguez ordenaron la búsqueda de elementos de prueba en el edificio de la AFA sobre la calle Viamonte y en las sedes de varios clubes de primera división. Los investigadores se enfocaban en las transferencias de ocho jugadores, todos a México: Maximiliano Meza, Federico Mancuello, Emanuel Gigliotti, Nicolás Sánchez, Jesús Méndez, Fernando Barrientos, Jonatan Maidana y Enrique Triverio.
“Esta Asociación brindó toda la colaboración necesaria para que se efectúe la manda judicial, poniendo a disposición de los funcionarios intervinientes la totalidad de la documentación requerida”, dice el comunicado de entonces publicado por la AFA. Y agrega: “La información también contempla el registro de representantes de dichos jugadores; constancias de los depósitos efectuados en los términos del 214 del reglamento general de AFA; registro de transferencias al exterior de dichos jugadores durante los años 2014/19, donde se indique el valor de cada operación; y todo registro documental que acredite que Uriel Pérez Jaurena ejerza la propiedad de derechos económicos de jugadores de fútbol y toda otra documentación que resulte de interés para esclarecer las maniobras denunciadas”.