El juicio por La Industria del Escruche promete ser un proceso histórico

Sábado 25 de Marzo de 2023, 08:46

PRUEBA CONTUNDENTE. La banda contando el dinero de uno de sus atracos, captados por una cámara de seguridad.



La causa se conoce con el nombre de “La industria del escruche”. Es la persecución a una organización que ejecutó este tipo de delitos entre agosto de 2020 y mayo de 2021 logrando un botín cercano a los U$S 270.000 en efectivo, a lo que se suman joyas (estiman que serían más de dos kilos de oro en total), relojes importados, computadoras y televisores, entre otros valiosos objetos. Seis de sus miembros (los otros cinco fueron condenados en juicios abreviados) quedaron a un paso de enfrentar a un tribunal en un juicio que tendrá detalles históricos.

El fiscal Diego López Ávila realizó la investigación con aportes de los pesquisas de la ex Brigada y del Equipo Científico de Investigación Fiscal. Según su planteo del caso Miguel “La Gata” Lizárraga, era líder una asociación ilícita integrada por su hermano Néstor “Tuta” Lizárraga, su hijo Juan de Dios López, Luis Ricardo Carreras, Mauricio Lencina quien nunca pudo ser atrapado y tiene pedido de captura nacional e internacional, Cristian “Bichi” y Walter “Macho Blanco” Caro y otras personas no identificadas.

El grupo, que se organizaba mediante una clara división de tareas y de roles, cometía robos ingresando un inmuebles, en forma habitual, permanente, reiterada y sistemática, tanto comerciales como viviendas particulares aprovechando que no había moradores.

“Luego de ingresar violentando los accesos a dichos lugares se apoderaban de joyas, dinero en grandes cantidades, electrodomésticos, dispositivos electrónicos, entre otros, provocando con ello un grave perjuicio patrimonial a las víctimas”, aseguró el investigador.

La banda tenía un mecanismo bien aceitado para proceder. Varios de sus miembros residían de otras provincias y llegaban a Tucumán para cometer los ilícitos. En la pesquisa se descubrió el sistema de utilización de los vehículos que habrían operado para delinquir. “Dentro de sus planes criminales también se hallaba el ofrecimiento de dádivas a personal policial en procura de obtener beneficios para poder cometer sus objetivos ilícitos sin que sean perseguidos o investigados por ciertos empleados policiales o para obtener beneficios dentro de su lugar de alojamiento cuando se hallaban privados de su libertad”, describió el fiscal López Ávila en su acusación.

Son más de diez los robos de los que está acusada la organización. Sin embargo, los investigadores sospechan que podría haber más. En ese listado aparece un robo en el country La Alboreda. De una vivienda sustrajeron U$S 2.000, de otra U$S 65.000 y $ 3,5 millones en efectivo y de una tercera, dos costosas bicicletas para movilizarse dentro del lugar. También fueron procesados por el allanamiento que sufrió una concesionaria de motos importadas donde sustrajeron U$S 160.000 y $800.000, además de numerosas prendas de vestir de esa importante marca. También fueron señalados por dos hechos que no llegaron a cometer porque las víctimas los descubrieron.

El proceso legal demandó más de un año y se caracterizó por su complejidad. Tanto es así que la jueza María Soledad Hernández necesitó de siete audiencias para aceptar que la causa fuera llevada a juicio. El último debate, tuvo un hecho sin precedentes desde que entró en vigencia el nuevo código procesal penal. Los hermanos Lizárraga y Carreras se retiraron para demostrar su disconformidad por la acusación en su contra.

López Ávila los acusó de asociación ilícita, robo calificado por efracción, el mismo delito pero en grado de tentativa, resistencia a la autoridad, robo simple y encubrimiento agravado por el ánimo de lucro. También anticipó que solicitará las siguientes condenas: “Gata” Lizárraga y López 23 años, Carreras 22, “Bichi” Caro 17, “Tuta” Lizárraga 12 y “Macho Blanco” Caro 5.

“Aquí hubo un plan criminal que se mantuvo en el tiempo por una serie indeterminada de sujetos. Existe una pluralidad de delitos planeados en esta asociación donde se cometieron una multiplicidad de ilícitos en cumplimiento de un plan delictivo determinado en el que los hechos concretos no se han agotado en sí, sino que trascienden hacia la asociación”, explicó López Ávila.

Manuel Pedernera, defensor de los Lízárraga y de Carreras, sostuvo que no podía opinar porque no analizó en profundidad el fallo dado a conocer por la jueza Hernández. “Está claro que en el juicio tendremos que es lo que tienen para decir cada uno de los testigos”, explicó.

Por su parte, Camilo Atim, que defiende a López, sostuvo: “sólo nos queda esperar que se fije fecha del debate. Es una causa compleja, donde hay una multiplicidad de hechos de los que está acusado nuestro representado. Estamos ansiosos de llegar al juicio para demostrar su inocencia”.

El juicio podría realizarse en la segunda quincena de mayo. Pero nadie garantiza que se realizará. Al menos nueve acusados ya fueron condenados a través de juicios abreviados, por lo que no se descarta que otros decidan hacer lo mismo antes de que comience el debate. A partir de ahora, comenzarán los contactos entre las partes para definir los pasos a seguir.

A lo largo del proceso, varios de los acusados fueron condenados a través de juicios abreviados. El primero de ellos fue Edgardo Bournville (tres años de prisión de cumplimiento condicional), acusado de ser el comprador de las joyas que obtenía la banda.