Domingo 09 de Julio de 2023, 10:59

En diálogo con TN Show, Silvana Di Raimondo contó su historia y reveló que después de atenderse con el médico tiene una gravísima infección en su nariz y granulomas en los glúteos. “En ningún momento me dijo que no era cirujano plástico”, aseguró.
Aníbal Lotocki está condenado a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer sus funciones como cirujano por la causa en su contra iniciada por
Silvina Luna, Pamela Sosa, Gabriela Trenchi y Stefy Xipolitakis por “lesiones graves”.Aunque años atrás ya pesaban esas denuncias sobre él, el médico siguió operando, tal como lo continúa haciendo ahora. Una de sus últimas pacientes fue Silvana Di Raimondo, una mujer de 39 años que se atendió con el cirujano y a partir de ese momento comenzó a vivir un infierno. En diálogo con TN Show,
la víctima de la mala praxis abrió su corazón, mostró chats con el doctor y reveló cómo se maneja Lotocki.
-¿Cómo llegaste a Lotocki?-Llegué más o menos en el 2021, en noviembre aproximadamente, por la pareja que en ese momento tenía. Yo venía con un montón de problemas familiares, también con problemas de autoestima enormes.
Me llevan a la casa de él. En su primer piso tiene un semiconsultorio, me hace firmar el consentimiento, no me dice absolutamente nada de las consecuencias que puedo tener de todo esto. En un dibujo que tiene como si fuera una silueta de un ser humano te marca lo que te va a hacer. Él te dice “Tenés el párpado un poquito caído” y la verdad que una mujer, como coqueta, accede, sobre todo si tiene el poder adquisitivo para pagarlo.
Accedo a todo: una lipoescultura. A partir de ahí, a los seis meses como mucho empiezo con la infección en la nariz. Hace un año y medio me dio un medicamento que tomé cada 15 días. Enseguidita, a los tres meses, me volví a levantar la nariz. A los dos meses, cada vez era más consecutivo, menos tiempo tenía entre infección e infección, otra vez me volvió a operar la nariz por la infección misma. Me operó por tercera vez, siempre en distintos lugares, siempre en lugares feos, no era una clínica linda. A la semana vuelvo otra vez con infección, de hecho me hizo una sutura. Voy a la casa, me dice que tengo que tomar medicación por 15 días más y, si no, me dejaba internada. A todo esto ya habían pasado dos años.
Mi hígado ya no da más, de hecho hoy estoy peor que nunca. La cola en el medio también me explota. Se me infectó absolutamente todo, me duró 72 horas. Me estaba duchando y cuando salí, de pronto sentí algo mojado con mi ropa puesta, me toco y era pus.
Él nunca te deja de atender, pero no es por porque sea una persona buena, es porque es médico y si no es un abandono de persona. Sí se fastidia o se le siente un poco áspero cuando lo llamás a las 9 de la noche y le decís “tengo fiebre”. Te pide que vayas, pero se nota su aspereza.
Siempre tiene un trato muy soberbio. Él jamás te va a pedir disculpas, porque uno se puede equivocar, pero al equivocarse te puede decir: “Mirá, te voy a derivar a tal lado porque a mí esta situación se me fue de las manos, me voy a ser responsable de toda tu medicación, de todo el procedimiento que sea necesario” y la verdad que él no lo hizo. La última vez que le mandé un WhatsApp yo le ofrecí juntarme con él para poder charlar de todo esto, lo que me estaba pasando, lo tengo al tanto absolutamente de todo, y me dijo que fuera a su consultorio. Entonces le dije: ¿vos sos infectólogo? ¿sos psiquiatra? ¿sos psicólogo? ¿sos cirujano plástico reconstructor? ¿otorrino? Si no sos nada de eso, ¿para qué iría a tu consultorio?
-¿Te dijo él, como aseguró en varias entrevistas que le comenta a todos sus pacientes, que no es cirujano plástico?-Jamás. Jamás me dijo que no era cirujano plástico. Él sí te dice todo lo que te puede hacer, incluso puedo hasta halagarlo porque para eso tiene un ojo de lince, pero lo que pasa es que todo lo lindo que te hace te explota en menos de un año.
-¿A vos quién te sugirió que te fueras a operar con él? Porque para 2021 ya se sabía de las causas que él tenía.-Yo no miro tele. Esto parece increíble, pero es real, porque yo estuve dos años internada con un problema familiar, y adentro de un hospital, literal, no tenía noción de nada. Ni siquiera me presentaba en mi trabajo.
Me llevó mi exnovio porque decía que yo le parecía una mujer muy linda interiormente, pero estéticamente no era la mujer que él hubiese elegido jamás. Estamos hablando de una persona fisicoculturista, superestético.
-¿Vos nunca te le plantaste a él frente a eso?-No, porque vi un beneficio propio. Yo no voy a mirar al otro y decir “culpa de él”. Si yo me separaba, los pechos me quedaban a mí, y a cualquier mujer que no tiene nada, nada, le gustaría tener pechos o le gustaría el cambio, más con problemas que uno arrastra desde su niñez. El problema de autoestima lo arrastro desde hace bastante. Iba a terapia y en la pandemia dejé y me pasó todo esto. Hoy tengo un psiquiatra siguiéndome, tengo un psicólogo haciéndome un seguimiento, tengo un infectólogo, un otorrino, lo que pasa es que necesitamos el cirujano plástico reconstructor para que a mí me pueda hacer la nariz, porque me perforó.
-¿Tenés problemas respiratorios?-Totalmente, no me llega bien el oxígeno porque tengo todas las cáscaras acá (frente). Me desvió el tabique. Me tengo que limpiar de dos a tres veces por día con solución fisiológica con una jeringa y vaselina, tomar medicación.
La flora intestinal me la barrió absolutamente. Él nunca me hizo un cultivo en las tres veces que me operó. Jamás se le ocurrió hacérmelo para saber de dónde provenía la infección.
-¿Te pidió tu historia clínica cuando vos fuiste por primera vez a su consultorio?-No, no, no. Sí me hizo los prequirúrgicos, pero nunca me pidió una historia clínica, nunca me dijo que no era cirujano plástico, nunca me explicó sobre los problemas que podía llegar a tener. Sobre el granuloma me entero a raíz de un problema en la panza por el que llamé al SAME. Cuando me fueron a inyectar una Buscapina, el médico me bajó el pantalón y me dijo: ‘tenés granulomas’. Yo ahí me enteré de qué se trataba lo que yo tenía. Porque yo le decía a Lotocki: “Tengo como fiebre en la cola y manchones colorados”. El me contestaba “Ponete hielito y seguí tomando antibióticos”... él a todo le pone hielito.
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Cuando a mí me explota el granuloma en los glúteos me manda a una persona en el Centro que me inyecta como muchas agüjitas. No sé si mandó a analizar eso, y si lo mandó a analizar a mí nunca me dio en mano el resultado de la biopsia de lo que me sacó. Después usaron otra máquina que me daba como palmaditas.
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Una locura todo, sigo padeciéndolo. Es el día de hoy que todavía no encuentro la solución, que todavía supuro y supuro, ando a capa caída porque nadie se anima a una tercera operación de nariz con una infección, más allá del problema emocional que no sabés para dónde dispara.
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