Los habitantes de los barrios del oeste salieron a la calle a pedir justicia y seguridad tras la muerte de Lucas

Martes 19 de Septiembre de 2023, 06:56

BRONCA DOLOR Y MIEDO. Los vecinos de los barrios del oeste capitalino acompañaron a los familiares de Lucas Delgado.



Un nutrido grupo de dolientes se movilizaron el lunes por la noche clamando por justicia tras la muerte de Lucas Delgado, el chico de 21 años que fue alcanzado por in disparo el miércoles pasado en avenida América al 1.400, demanda que sumó también una exigencia que se multiplica casi en cada rincón de Tucumán: mayor seguridad para la zona.

En las primeras horas de la noche, el cruce de las calles Colombia y Viamonte se iluminó con la luz de las velas que portaban los vecinos de los barrios Modelo, América, Kennedy y ampliación Kennedy, que acompañaron a la familia de Lucas a seis días de su trágica muerte. 

La concentración comenzó alrededor de las 19.30 en la puerta del colegio Nuestra Señora de Montserrat, institución a la que Lucas había asistido con su melliza Sofía desde los cuatro años hasta que egresaron en 2019, y la que se encargó de organizar la manifestación apenas se enteraron de lo ocurrido.

A medida que transcurrían las horas, el punto de encuentro se colmó de gente. Adultos, niños, jóvenes y ancianos llegaban solos o en grupo, se saludaban entre sí y aguardaban a que se hiciera la hora para empezar a marchar. Pasadas las 20, llegaron Marcela Ruiz, Mario, Sofía y Benjamín Delgado, los padres y hermanos de Lucas, respectivamente. Los cuatro fueron recibidos con cálidos abrazos, acompañados de lágrimas y palabras de condolencia y consuelo.

“Mi hijo era inocente; le cortaron la vida en un segundo, todos los sueños, absolutamente todo”, manifestó Marcela con la voz entrecortada. 

“Ya hay una cama menos, un lugar menos en la casa y esto nos va a costar, nos va a llevar mucho tiempo”, dijo Mario mientras abrazaba a su esposa. Sofía se refirió al momento que vivieron el pasado miércoles 13 de septiembre y dijo que todo sucedió muy rápido y que casi no llegó a ver nada. 

“A los chicos no los vi hacer disparos, al policía sí. Me parece muy injusto lo que pasó, no tendría que haber sido así. El accionar del policía me pareció muy malo; se excedió demasiado, no tendría que haber hecho ni un disparo, siendo un lugar tan transitado me parece que no era oportuno”, señaló la testigo.

Además habló al respecto de lo manifestado por Augusto Avellaneda, el abogado defensor del agente Facundo Lencina, quien la semana pasada dijo que su asistido quería pedirle disculpas a la familia Delgado. “Yo la verdad es que no acepto sus disculpas para nada, no las acepto y no quiero verlo ni que se presente en mi casa”. 

“Yo no soy Dios para perdonar, pero de que hubo exceso, hubo exceso. No puede tirar 14 tiros en un lugar público -dijo Mario- Ha sido una desgracia con suerte; Lucas iba en el medio y sus hermanos al costado de él, le podría haber pegado a los tres o a dos de ellos”. Por último, sus padres pidieron que Lucas sea recordado de la mejor manera, como fue y todos saben cómo era; buen amigo, buen compañero, buen hijo, buen hermano”, dijeron.

Luego de las declaraciones de Sofía, Mario y Marcela, los presentes comenzaron a caminar en dirección a Avenida América al 1.400, lugar donde Lucas fue ultimado. Durante todo el trayecto la marcha estuvo encabezada por la familia del joven y el silencio invadió las calles recorridas, donde apenas se escuchaban algunos murmullos. 

Todos iban a paso lento con sus velas encendidas y alguna que otra persona con la linterna de su celular encendida. A lo largo de las cuadras se fueron sumando otros vecinos; algunos de ellos aguardaban en las esquinas o en las puertas de sus casas con velas encendidas para manifestar su apoyo.

Una vez que llegaron a destino los presentes se reunieron alrededor de un árbol y colocaron las velas encendidas alrededor del tronco junto a una foto. Tras unos minutos de silencio, rezaron y gritaron pidiendo justicia y más seguridad. “Es momento de hacernos oír para que no haya ningún Lucas más. No podemos naturalizar estas situaciones”, dijo una vecina. 

Omar Tallairita, vecino de la zona, cerró asegurando que “esta es una zona que quedó en el olvido. No tenemos respuesta a nada de lo que uno pide, que son cosas normales. Todos los vecinos tenemos que estar unidos; vamos a empezar a reunirnos todos los miércoles a las 19 en este mismo lugar, para pedir más seguridad”, advirtió ante el asentimiento de quienes lo rodeaban.

A eso de las 21.30, la familia Delgado se alejó de la zona y a partiir de ahí el lugar fue de a poco quedándose vacío, solamente quedaron los cabos humeantes de las velas consumidas durante la peregrinación en busca de una justicia que aún está en deuda.