Le cayó un rayo, estuvo muerto12 minutos y lo salvaron de milagro

Viernes 19 de Diciembre de 2025, 22:28

Nicolás "Niki" Drucaroff internado en el Hospital Italiano.



En 2011, la vida de Nicolás “Niki” Drucaroff cambió para siempre en cuestión de segundos. El reconocido fotógrafo estaba realizando una producción de fotos sobre una grúa, en el playón de un supermercado ubicado en las afueras de Mar del Plata, cuando recibió una brutal descarga eléctrica proveniente de cables de alta tensión. El impacto fue tan fuerte que lo atravesó por completo: la electricidad ingresó por la nuca y salió por el sacro.

El estruendo fue inmediato. Testigos recuerdan una explosión y la caída repentina de Drucaroff desde la grúa. Fue bajado sin signos vitales, mientras el desconcierto se apoderaba del lugar. Sin embargo, el destino tenía otros planes. De manera fortuita, por la zona circulaba Rubén Seibel, a quien Niki recuerda como “el médico del estadio”: un enfermero que no dudó en detener su auto y comenzar las maniobras de reanimación con un desfibrilador.

“Rubén me empezó a hacer RCP hasta que en un momento abandonó, pensando que estaba muerto. La gente que estaba alrededor le pidió que volviera a intentarlo. Lo hizo una vez más y me desperté”, relató Drucaroff en diálogo con Telenoche. Habían pasado más de diez minutos.


Tras el episodio, Niki permaneció 12 semanas internado en terapia intensiva. “Me indujeron un coma farmacológico para resistir todo lo que estaba viviendo”, explicó. La recuperación fue lenta y profunda, no solo a nivel físico, sino también emocional. Al regresar a su casa, sintió que debía replantearse su vida y su camino profesional.

Ese cambio definitivo llegó años después, durante la cuarentena por la pandemia. Sin trabajos fotográficos, con su estudio vacío y tiempo para pensar, Drucaroff comenzó a investigar el mundo de los hongos. Lo que empezó como una curiosidad estética se transformó rápidamente en una pasión. “Me enamoré de sus formas y colores. Primero quise fotografiarlos, después decidí cultivarlos”, contó.

Así nació Funginista, un emprendimiento dedicado al cultivo artesanal de hongos exóticos, gourmet y medicinales. El antiguo estudio fotográfico se convirtió en un laboratorio casero y, con el tiempo, el proyecto comenzó a crecer. Hoy, sus productos se comercializan tanto al público en general como a restaurantes y emprendimientos gastronómicos.

“Queremos abrir las puertas del reino fungi a la mayor cantidad de gente posible y de la manera más fácil posible. Somos cultivadores artesanales de hongos exóticos gourmet, desde 2021 expandiendo el reino fungi”, definen desde el proyecto.

La historia de Niki Drucaroff es la de una segunda oportunidad: la de un fotógrafo que volvió de la muerte y encontró, entre hongos y nuevos desafíos, una forma distinta de mirar y vivir la vida.