Jueves 28 de Septiembre de 2023, 07:15

TESTIGO CLAVE. El comisario Jorge Urueña desmintió a uno de sus ex colegas al asegurar que la decisión de apagar las cámaras del centro de monitoreo fue suya y no del ex secretario de Seguridad, Paul Hofer.
El histórico juicio a los policías que participaron de la sedición que, en diciembre de 2013, derivó en los saqueos con los que cerró ese año, derivó en un cruce de acusaciones entre los acusados, algunos testigos y los ex funcionarios políticos de la época, al punto tal que el desarrollo del debate oral se vio alterado, sembrando dudas sobre un posible esclarecimiento de lo sucedido en oscuros días.
El jefe de Policía
Jorge Racedo, por ahora el único funcionario de peso sentado en el banquillo de los acusados, fue quien planteó la hipótesis de que él no actuó porque los funcionarios del área de Seguridad y hasta el ex gobernador
José Jorge Alperovich no le dieron la orden de frenar la protesta de los uniformados cuando se inició diciembre de 2008. Su versión hasta aquí fue avalada por dos ex miembros de la plana mayor de la fuerza.
Esa posibilidad fue rechazada por el ex ministro de Seguridad
Jorge Gassenbauer, su asesor
José Sarmiento y el subsecretario del área
Martín Nieva, quienes coincidieron en señalar que la responsabilidad operativa es de los jefes de la fuerza, es decir, de Racedo o de cualquiera de los miembros de la plana mayor. En la audiencia quedó en claro que el inicio de la protesta era un delito en flagrancia y los uniformados podrían haber actuado sin recibir una orden o con una autorización judicial.
El ex subjefe de Policía
Víctor Sánchez no sólo confirmó los dichos de Racedo, sino que agregó otro condimento.
Acusó al ex secretario de Seguridad Paul Hoffer de haber ordenado apagar las cámaras de seguridad del servicio 911. También indicó que al menos dos veces le pidió al funcionario que restableciera el servicio, pero que nunca aceptó su recomendación.
A esa dura declaración se sumó una nueva prueba que presentó durante el debate el ex jefe de Inteligencia Criminal de la Policía
Jorge Urueña. Le entregó en noviembre de 2013 al tribunal integrado por
Gustavo Romagnoli,
Fabián Fradejas y
Luis Morales Lesica, un informe que dijo haber presentado a Gassenbauer y a Racedo. “Nunca entendí por qué no le dieron la importancia”, explicó el ex jefe.
“Lo único importante de este documento es que otra vez quedó demostrado que ninguno hizo nada en esos días. Había información clara de que algo malo podía suceder, pero nadie reaccionó. Dejaron que todo creciera”, afirmó la defensora Julieta Jorrat. “Me hago una sola pregunta: ¿en las manos de quién estuvimos en esos días?”, planteó Ernesto Baaclini.El informe, que estuvo oculto durante casi 10 años y que ni siquiera fue presentado a los fiscales
Diego López Ávila y
Adriana Giannoni cuando investigaron el caso, no tiene fecha de realización, no cuenta con firma del autor y tampoco posee un sello de que haya sido recibido por alguien. “Después se discutirá la legalidad, pero no menos cierto es que arroja algunos indicios de lo que no se hizo en esos días. Creo que ahora están surgiendo indicios de que debería haber más personas enjuiciadas, entre ellas, el ex gobernador Alperovich”, indicó
Pablo Rivera, otro defensor.
“No podemos descartar que este informe sea una maniobra para desviar la atención o para enredar el trámite del debate”, sostuvo el defensor Luis Cajal. “Creo que están embarrando la cancha para deslindar responsabilidades”, añadió.
El juicio, fundamentalmente, apunta al personal policial que estuvo al frente de la protesta de los uniformados. Son 43 los imputados, pero hasta el momento, surgieron indicios en contra de uno de ellos:
Diego Herrera. No sólo no surgieron elementos sólidos que compliquen a los otros 42, sino que apareció el nombre del ex policía
Marcelo Vogler que ni siquiera está imputado.
En los pasillos del quinto piso de tribunales se instaló una versión que fue desmentida rápidamente por los protagonistas. Cuentan que antes del inicio del debate, Racedo habría mantenido una reunión con los ex miembros de la plana mayor para fijar una estrategia en común y sería la de responsabilizar a los funcionarios del área de seguridad de no haber actuado a tiempo. Según el rumor, de ese encuentro no participaron los mandos medios, es decir, los comisarios de segundo nivel.
El miércoles expuso el primero: Leandro Herrera, el responsable del centro de monitoreo del 911. Y desmintió en forma terminante que el ex secretario de seguridad Hofer le haya ordenado que apagara el sistema, negando la declaración de sus jefes. Ahora deben declarar los mandos medios de la fuerza y sus dichos podrían ser claves para que se abran nuevas líneas de investigación.
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