Andújar hizo historia y ganó su segundo Rally Dakar: su amor por los cuatriciclos lo motivó a un cambio de vida

Viernes 19 de Enero de 2024, 11:35

Tiene una historia de superación que lo llevó a sus triunfos y un título mundial de Rally Raid. Su amor por Lobos, el campo, los animales y disfrutar de sus amigos. Corre con un equipo íntegro argentino que homenajea a su ciudad



Es uno más en los campamentos del Rally Dakar pese a ser uno de los pilotos de élite en una de las categorías. Manuel Andújar ganó otra vez la carrera más dura del mundo en cuatriciclos, pero sigue siendo el mismo pibe humilde de Lobos, el que lleva su ciudad a todo el mundo ya que supo ganar el certamen ecuménico de Rally Raid en 2021. Tanto es el amor que corre con un equipo totalmente argentino y cuyo nombre homenajea a su ciudad ya que lleva su código postal: 7240 Team Dragon Rally.

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Manu, de 27 años, ganó por primera vez en el Rally Dakar en 2021 e igualó la marca de un histórico en la categoría como Alejandro Patronelli, vencedor en 2011 y 2012, en épocas que junto a su hermano menor, Marcos (ganador en 2010, 2013 y 2016), fueron los hombres a batir en la categoría que presentó un parque de diez cuatriciclos y es una duda su continuidad más allá de 2025.

Luego de dos frustraciones en 2022 y 2023, cuando abandonó por un accidente y luego por fallas mecánicas, este año el bonaerense a bordo de su Yamaha Raptor 700 se impuso en tres etapas y supo mantener la vanguardia a lo largo de la carrera. Se tomó revancha y prevaleció en el mano a mano contra el francés Alexander Giroud, que venía de ganar las últimas dos ediciones. Apenas ocho minutos tuvo de ventaja Andújar en la última etapa, pero supo defenderla y llevarse su segundo Touareg, como se llama el mítico premio que se le entrega al ganador del Rally Dakar.

Pero nada fue fácil en su carrera deportiva y el amor por los cuatriciclos lo ayudó para superarse. Me gustan los cuatriciclos desde que tengo tres, cuando mi papá me regaló un cuatriciclo Suzuki de 50 cm3 y color amarillo. Yo era obeso de chico. Pesaba 108 kilos a los 15 años y un día fui a ver una carrera, el Enduro del Verano en Villa Gesell (N. de la R: una de las carreras de motos y cuatriciclos más importantes de Latinoamérica), y le dije a mi viejo que me veía corriendo esa carrera y me veía andando bien. Mi viejo me dijo “sí, pero tenés que bajar de peso”. Y un amigo de mi viejo me dijo “ni en pedo gordo, mirá cómo estás, no vas a poder correr nunca” (risas)”, confesó en una entrevista con Infobae.

 

Aquella anécdota con su padre fue un clic. Trabajó su físico, se entrenó y gracias a ese sacrificio logró ser piloto profesional. En los últimos años fue el gran referente argentino en los cuatriciclos y honró los mencionados méritos de los hermanos Patronelli y el que logró Nicolás Cavigliasso en Perú, en 2019, en el último Rally Dakar sudamericano.

“Desde el primer día que me subí a un cuatri de rally raid supe que tenía condiciones para andar. Quizás lo que me faltó fue tiempo, soy el ganador más chico de la categoría con 24 años. Nadie la ganó tan joven. Siempre supe que lo podía hacer. Este año se dieron cosas que tal vez antes no se me habían dado. Tuve más experiencia y lo que pasa es que cuando un chico corre por primera vez el Dakar, quiere ganar etapas de una y esta carrera va más allá. Es una carrera de doce días y sesenta horas y media”, agregó.

La sencillez es la clave de su éxito. Es un amante a ultranza de la Argentina y usó cascos en los que homenajeó al país y luego a la selección que fue campeona de la Copa América en Brasil 2021 y luego en el Mundial Qatar 2022. Además, es un fanático hincha de Boca Juniors y en su indumentaria lleva un gran escudo del club a la altura de los hombros.

“Bartolo”, como lo bautizó a su cuatriciclos, supo resistir hasta el final, incluso en la penúltima etapa que completó con el chasis partido. O como en el parcial anterior en el que se le desprendió la pisadera (importante para la comodidad del manejo) y un tanque.

Sobre su querido Lobos cuenta que “un pueblo hermoso que está a 99 kilómetros de la Capital por la ruta 205. Tiene una laguna. Allí tengo a todos mis amigos y toda la gente que me apoya. Y también tiene eso que tiene el Dakar, lugares de libertad, para escaparte y estar tranquilo y no el ahogamiento de la ciudad. Soy muy allegado a los animales y me gustaron de toda la vida. Tengo a mi perro llamado Dakar y una burra criada como un perro llamada Ofelia. Ellos me transmiten mucho amor siempre”.

“Me gusta ir a la cancha, los animales, me gusta estar con mis amigos, ir a pescar. También me gusta mirar partidos de todo, de futbol, de básquet, de tenis y carreras de lo que sea, de autos, de motos, de bicicletas, de todo. Soy un fanático de la competencia y trato siempre de ser el mejor, aunque no siempre lo soy, pero siempre trato de dar lo mejor de mí para eso”, concluyó sobre su descripción.

Andújar es un campeón abajo y arriba del cuatriciclo. Su humildad es su carta de presentación. Los laureles deportivos no cambiaron al chico que siempre amó a los cuatriciclos y esa pasión lo llevaron a poder superarse. Logró ser un deportista profesional y ahora alcanzó su segundo triunfo en el Rally Dakar, la carrera más dura del mundo. /Infobae

 

"Manu Andújar con su burra Ofelia"