Tras los despidos, Topper paraliza su producción en Tucumán

Jueves 18 de Julio de 2024, 07:21

Entre marzo y abril, la empresa ya había despidió a 120 trabajadores



El Gobierno ha decidido eliminar el control aduanero del etiquetado de los productos textiles y de calzado que ingresan al país. Esta medida, implementada recientemente, genera incertidumbre en diversos sectores económicos, ya que podría fomentar la competencia desleal de importadores y afectar negativamente la producción local. En un contexto donde las ventas ya registran una caída significativa, la decisión ha sido recibida con preocupación por los fabricantes nacionales.

En Tucumán, la fábrica de Topper ha paralizado sus actividades esta semana debido a un exceso de stock. Esta situación refleja el estado crítico del sector, especialmente en el Parque Industrial de La Rioja, donde la producción textil opera solo al 30% de su capacidad. La falta de consumo interno y la eliminación del control aduanero son factores que contribuyen a esta crisis.

Alejandro Muñoz, un empresario del sector calzado con una fábrica y depósito en Aguilares, a 90 kilómetros al sur de la capital tucumana, relató su experiencia a diario Ámbito. Muñoz presta servicios para la marca Topper, pero la caída de las ventas ha reducido drásticamente su actividad. De siete equipos activos hasta abril, solo dos continúan operando. La marca Ombú, que elaboraba calzados de seguridad, terminó su vínculo con su fábrica en febrero debido a la falta de demanda.

El empresario recuerda cómo la gestión del expresidente Mauricio Macri afectó su negocio de manera similar, llevándolo a la quiebra por la caída en las ventas. Con esfuerzo, logró recuperarse, pero ahora enfrenta nuevamente una situación adversa. "Con el gobierno del expresidente Mauricio Macri me fundí por lo mismo, porque no se vendía. Pero me levanté con mucho esfuerzo y otra vez lo mismo. Si a la caída de las ventas se le suman facilidades para la importación, el resultado será la destrucción de la industria nacional", reflexionó.

Con los empleados que aún mantiene, Muñoz trabaja en el diseño de una marca propia para vender directamente al público. "Estamos preparando todo porque al no tener intermediarios, voy a tener precios competitivos pero todo dependerá de la evolución de la economía del país", comenta.

La fábrica Topper en Tucumán enfrenta un futuro incierto. Entre marzo y abril, la empresa despidió a 120 trabajadores. Esta semana, debido a la falta de ventas, licenció a sus 1.190 empleados, de los cuales 938 son operarios, porque los depósitos están saturados de stock. Hace un mes, los empleados con mayor antigüedad fueron obligados a tomarse los días de vacaciones pendientes, pero esta medida no fue suficiente para generar el ahorro necesario.

Por su parte, Jorge Fugaracho, representante provincial de la Unión Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA), expresó su preocupación. La situación actual recuerda al escenario vivido durante la gestión del expresidente Macri, cuando la exAlpargatas despidió a 500 empleados. "Ojalá que esta vez no pase, sería el peor escenario para una ciudad como Aguilares, que tiene en los rubros textil y del calzado unas importantes fuentes de trabajo", sostiene Fugaracho. Añade que las últimas medidas del Gobierno no parecen contribuir a la recuperación de la producción nacional.

En medio de este panorama, la eliminación del control aduanero plantea un desafío adicional para los fabricantes locales. La competencia con productos importados, muchas veces a precios más bajos, amenaza con agravar la crisis de las industrias nacionales. La producción de Topper en Tucumán, esencial para la economía local, se ve directamente afectada por estas políticas.

Una situación crítica bastante similar se vive en el Parque Industrial de La Rioja, donde también enfrentan dificultades significativas. Con una producción reducida al 30%, el impacto en la economía local es evidente. Los trabajadores de la industria textil, al igual que los del sector del calzado, ven con preocupación las medidas del Gobierno que podrían empeorar su situación laboral.

En Tucumán, la situación es un reflejo de los desafíos que enfrenta la industria del calzado en el país. La eliminación del control aduanero, combinada con la caída del consumo interno, crea un entorno desfavorable para los fabricantes locales. La necesidad de adaptarse y buscar nuevas estrategias de supervivencia se vuelve crucial en este contexto económico incierto. /eltucumano