Viernes 02 de Agosto de 2024, 17:04
José Alperovich
El violador José Alperovich desde su celda hablaría a través de un celular con muchas personas, e incluso manejaría sus negocios privados.
Son varios los tucumanos, incluyendo miembros de la justicia local, que en los últimos días habrían recibido sorpresivas llamadas de Alperovich desde el sector para delincuentes sexuales de la cárcel de Ezeiza.
Por otra parte, el recluso daría instrucciones a su circulo íntimo sobre la gestión de la concesionaria Volkswagen y de la constructora e inmobiliaria Avanco.
En la agencia de autos la figura visible es su esposa Beatriz Rojkés, que este viernes salió a decir que "admiraba a José" y que era una víctima.
En Avanco, en tanto, la cara pública es Rubén Rojkés, quien hasta el momento no se refirió a la situación de su cuñado y socio, condenado a 16 años de prisión por violación.
Además de los negocios de la familia, Alperovich se ocuparía desde la cárcel de delinear una estrategia para poder obtener la prisión domiciliaria.
El paso siguiente, sería poder escapar del país, teniendo en cuenta sus abundantes recursos económicos y su red de contactos, como indicaron dos veces los jueces al denegarle la excarcelación.
En la cárcel de máxima seguridad de Ezeiza, Alperovich pasa sus días con otros 24 delincuentes sexuales, en una celda individual con un salón de usos múltiples compartido. Recientemente se filtraron las fotos del condenado, siendo trasladado por los pasillos del penal en una silla de ruedas.
El médico del penal dijo que Alperovich no requiere silla de ruedas. "El dice que empezó con dolor hace cuatro meses, deambulando por sus propios medios con marcha steppage derecha, realizando actualmente FKT como rehabilitación y tratamiento con aines e informándose que el mismo no necesita silla de ruedas para deambular, además de que se le informó que para su mejoría debe deambular por sus propios medios”, indicó el médico.
Alperovich fue sentenciado el 18 de junio, luego de haber sido juzgado a lo largo de más de cuatro meses por la denuncia que a fines de 2019 realizó una ex colaboradora, sobrina segunda suya, quien dijo haber sido abusada entre fines de 2017 y principios de 2018 en siete ocasiones, dos en Capital Federal y el resto en Tucumán.
El juez Juan María Ramos Padilla, al igual que el fiscal Sandro Abraldes y los querellantes Pablo Rovatti y Carolina Cymerman, dio por probada la culpabilidad de Alperovich y no sólo decidió condenarlo a 16 años de prisión sino que además ordenó la inmediata prisión preventiva y el traslado, esa misma noche, al penal de Ezeiza.
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