Sin embargo, lo que parecía ser una oferta generosa pronto se convirtió en un momento de tensión.
Pero antes de que las papas fritas pudieran ser removidas, Francos, en un acto de desafío o tal vez de simple antojo, manoteó un puñado para colocarlas en su plato personal. Esta anécdota, narrada por Ernesto Tenembaum, ofrece una visión inusual del mandatario, mostrando aspectos peculiares de su personalidad./
MinutoUno