La vivienda en Atahona, donde el pequeño Benjamín residía con sus progenitores, fue destruida

Jueves 28 de Marzo de 2024, 13:12 |

Una de las abuelas quemó los restos de la casa



Después de un año desaparecido, ayer miércoles 27 de marzo, durante la tarde, se descubrió el cuerpo de un niño en Ensenada, a unos kilómetros de la casa donde Benjamín residía con sus padres y dos hermanos. A pesar de que todavía falta determinar la identidad a través de muestras de ADN, los investigadores descubrieron características que coincidían con las del menor desaparecido hace alrededor de un año.

El periodista Franco Carletto de Eltucumano, quien estaba presente en el lugar de los hechos y habló con las abuelas del niño horas antes, informó que el cuerpo, que se supone es de Benjamín, se encontraba dentro de una bolsa envuelto en una sábana y que la familia estaba presente en el lugar para denunciar el hallazgo.

Este jueves, Mariana Romero informó que una de las abuelas del niño destruyó durante la noche la casa en la que el menor habría sido asesinado por uno de sus padres.

“De esta casa ya no queda nada. Tras el hallazgo ayer del cuerpo de Benja, su abuela se quedó toda la noche en el lugar. Quemó todo lo que recuerde ese horror y rescató lo que pudo para los hermanitos. Ya de este sitio del infierno no queda nada”, escribió en su cuenta de Twitter la periodista, que ayer también estuvo cubriendo los rastrillajes.

La búsqueda de Benja comenzó después de que sus abuelas, tanto la materna como la paterna, se dieron cuenta de que no recibía visitas y que las fotografías que les enviaban eran siempre idénticas. Después, uno de los hermanos de Benja le informó a su tía que él había fallecido, lo que provocó que todas las alarmas se activaran.

“Siempre tuve el contacto por teléfono. Cuando parecía que el chiquito no estaba, cuando ya había desaparecido, yo pedía, no sé por qué será intuición de abuela, pero yo pedía que me manden fotos y siempre me mandaba la misma foto. Después, cuando el más grande fue a la casa de mi hija y dijo que me contarán que Benjita había muerto, y cuando mi hija lloraba le dice ‘no tía, lo llevaron al hospital’. Entonces yo empecé a averiguar en el hospital, pero no. Cuando yo hice la denuncia el oficial hablaba con la madre, pero ella no lo negaba, negaba la existencia del bebé. Entonces yo fui a Archivos y llevé el acta de nacimiento e hice ver que, si existía”, contó ayer Mercedes Luna sobre el inicio de esta sospecha.

La última vez que Mercedes vio a su nieto Benja tenía poco más de dos años. Sobre la situación de violencia que vivían sus nietos, asegura que nunca le contaron esas cosas. “Era un amor, una preciosura, mi yerno le decía Pirulín y cuando le decía Pirulín él se reía y corría”, dice al recordar a Benja.

En medio de la entrevista, Mercedes rompió en llanto: “Yo no sé lo que le ha pasado a mi hijo. Porque cuando él era grande y se enfermaba iba a mi casa y yo lo acariciaba, lo abrazaba, estaba en la cama y lo besaba, y yo no sé lo que le ha pasado para hacer eso con esa criaturita”. Y cuenta sobre su carácter: “Era muy nervioso, cuando hablábamos por teléfono y él se ponía nervioso, yo lo bloqueaba”.

Luego, reveló una conversación que tuvo con su hijo tras la denuncia: “Me llamó de la comisaria, y ese día le digo ‘¿dónde está Benjita?’ Y me dice ‘Ma quiero que me ayudes a salir, ayúdame a salir y después te lo entrego a Benja’, y yo le dije ‘No, entrégamelo a Benja y después te ayudo’”. /eltucumano