Sábado 30 de Marzo de 2024, 15:15
Otro repudiable acto racista se registró en la Liga de España, esta vez con un argentino como protagonista. En horas donde las lágrimas de Vinicius Jr. y la frase "cada vez tengo menos ganas de jugar" pusieron nuevamente en primer plana el debate y la lucha contra la discriminación en el fútbol, Marcos Acuña no la pasó bien en su visita a Getafe. Si bien Sevilla se quedó con el triunfo por 1-0, el gol de Sergio Ramos quedó de lado por el agravio que sufrió el lateral-volante, que obligó al árbitro a suspender el partido durante varios segundos y provocó una fuerte reacción del ex Real Madrid.
A los 15’ minutos del segundo, el Huevo se acercó a hablarle a Javier Iglesias Villanueva y a uno de los asistentes y automáticamente se activó el protocolo correspondiente a estos casos. Sonó el silbato, se detuvieron las acciones y la voz del estadio advirtió sobre la situación. Según contaron los propios protagonistas, un grupo de hinchas del local llamó "mono" a Acuña en reiteradas ocasiones, lo que obligó al ex Ferro y Racing a informar sobre este nuevo episodio de racismo.
Aunque el encuentro se completó y el equipo de Quique Sánchez Flores sumó tres puntos fundamentales en su lucha por escapar de la zona de descenso, no hubo nada que festejar y Ramos fue el primero en repudiar lo que le sucedió a su compañero.
"Venimos reclamando, dentro del fútbol, respeto, que la gente no venga a liberarse y a decir tonterías. Toca señalarlos y prohibirles la entrada, esto debe ser un deporte para unir, no para separar. Ellos no pertenecen a los estadios de fútbol", expresó.
Además, Djené, capitán de Getafe, se solidarizó con Acuña y agregó que
"si se han escuchado cantos, hay que parar porque eso no puede ser", mientras que el técnico Bordalás fue contundente al remarcar que "estamos en contra de cualquier insulto racista".