Martes 01 de Octubre de 2024, 13:17
Gran preocupación provoca en las grandes citrícolas de Tucumán, como San Miguel, Citrusvil, Citromax y otras, las actuaciones judiciales contra un importante productor, Juan Zamora, que robaba agua a gran escala a los habitantes de Yerba Buena, para regar sus plantaciones en el pedemonte.
Se temen efectos colaterales sobre los negocios de exportación de las citrícolas, incluyendo millonarios contratos con empresas como la Coca-Cola.
Los problemas de contaminación y mal manejo de los recursos naturales por parte de las empresas involucran a la misma Coca-Cola en Tucumán. El ingenio Famaillá, propiedad de la firma, recibió una multa millonaria el mes último por la descarga de efluentes contaminantes que provocaron la mortandad de peces en la desembocadura del río Salí.
Algunos operadores citrícolas señalaron en off que la situación de Zamora podría generarle
muchos problemas en el comercio exterior a todo el sector. El plus de la empresa Zamora es que genera
productos orgánicos, que son permanentemente monitoreados por las
autoridades. Estados Unidos, al descubrir que se apoderaba del agua
ilegalmente, podría aplicar sanciones.
No hubo hasta ahora ninguna manifestación por parte de las asociaciones de productores de Tucumán sobre el tema.
Zamora es responsable de una empresa que se dedica a la producción de
limón orgánico que exporta a Estados Unidos. En los últimos tiempos
anunció que también se dedicaría al cultivo de palta y de lima.
Los últimos informes dan cuenta que la sustracción del agua se habría iniciado en 2022. Esa información fue confirmada primero por las autoridades de la Sociedad Aguas del Tucumán al analizar las imágenes satelitales de archivo.
Las autoridades de la SAT, por las quejas de la falta de agua de varios vecinos, hicieron una inspección técnica y descubrieron que en la toma de Las Piedritas, alguien se había conectado al caño que alimentaba la cisterna de Lomas de Imbaud.
De allí, personal de la empresa constató que la cañería instalada, en principio, sin ninguna autorización, proveía de agua a una laguna que estaba ubicada en la finca de Zamora.
Según el informe de los guardaparques, los autores del ilícito perforaron la cañería que llevaba el agua a Lomas de Imbaud y colocaron un caño de dos pulgadas que transportaba el líquido vital hasta un reservorio instalado en una finca de palta y de limones.
Desde el lugar de la conexión clandestina hasta la laguna se utilizaron unos 31 metros de caños que fueron secuestrados.
Según las estimaciones que realizaron los peritos de la SAT, la capacidad de almacenamiento de la laguna es de 33 millones de litros, 10 veces más que el total que puede acumular la cisterna. Siempre de acuerdo a las estimaciones de los especialistas, la cantidad encontrada serviría para brindar el servicio a los vecinos de El Corte, barrio Horco Molle y el sector comprendido por avenida Aconquija, desde Mendoza hacia el sur durante unos 10 días aproximadamente.
Pese al fuerte impacto que generó el caso, los máximos referentes de la actividad citrícola de Tucumán prefirieron no realizar declaraciones.
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