Un joven sargento murió por los fuegos artificiales en la Navidad venezolana pero la Fuerza Armada siguió celebrando

Miércoles 09 de Octubre de 2024, 08:11

El trágico fallecimiento de José Gilber Vizcaya Laya ocurrió tras la atropellada orden que dio Nicolás Maduro de arrancar con las fiestas en octubre, cuando tradicionalmente es en diciembre



La vida del Sargento Primero José Gilber Vizcaya Laya quedó truncada en la preparación del inicio de la Navidad, tradicional en el Fuerte Tiuna, cuando se arranca con el encendido de la Cruz de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en diciembre, pero que este año Nicolás Maduro ordenó que se hiciera en octubre. El horrible accidente con fuegos artificiales, que acabó con la vida del militar, no impidió que igual la oficialidad de la institución castrense celebrara, sonriera, se abrazaran como si nada hubiese pasado.

Fue un hecho atroz la circunstancia en la que ocurrió la muerte del joven, adscrito a la Dirección de Químicos, Explosivos y Energía Atómica de la Dirección de Armas y Explosivos (DAEX), pero otra vez quienes dirigen la Fuerza Armada dan una demostración de lo que les importa, no precisamente la vida de un subalterno, humilde, quien vivía en el sector El Manguito, municipio Achaguas, del fronterizo estado Apure y que ahora estaba al servicio de la institución castrense en Caracas.

Su cuerpo fue velado con el ataúd sellado porque los juegos pirotécnicos le destrozaron la cabeza. Sobre su urna tres de sus implementos militares, uno de ellos la gorra de la Dirección de Armas y Explosivos (DAEX), y también la bandera tricolor del país que juró defender.

Los oficiales, ni siquiera los más propagandistas de las Fuerza Armada, hicieron mención alguna al hecho, ni siquiera los mediáticos Ministro de la Defensa, GJ Vladimir Padrino López, ni el Comandante Estratégico Operacional (Ceofanb), GJ Domingo Antonio Hernández Lárez. El único que publicó una nota de duelo fue el jefe de la Defensa Pública Militar, General de División Manuel Alejandro Cova Cardona.

Se ha hecho una perniciosa costumbre en la Fuerza Armada hacer silencio ante los hechos trágicos que ocurren con jóvenes cadetes o militares, oficiales subalternos o tropa alistada o profesional, sean accidentes, asesinatos o suicidios. Contrario a eso se le hacen honores, algunos exagerados, a altos oficiales privilegiados de la revolución.

La trágica muerte del S1 Vizcaya Laya ocurre por la atropellada orden que dio Nicolás Maduro de arrancar con la Navidad en octubre, cuando tradicionalmente es en diciembre. La intención es dar una imagen de naturalidad y festividad en el país, para acallar con un manto de celebración, miles de voces, que dentro y fuera del país protestan por el fraude electoral que da a Nicolás Maduro como triunfador de las elecciones que en realidad ganó la oposición con Edmundo González Urrutia.

La Fuerza Armada no está investigando lo ocurrido con el joven sargento plaza del DAEX, mucho menos prevé dar una explicación, cuando ni siquiera pospusieron la celebración y, aun con los restos ensangrentados del joven, continuaron la celebración. /Infobae