Si bien empezó imponiendo respeto en el primer round con el poder de sus puños e incluso lanzó a la lona al Loco Soto, la jornada se puso cuesta arriba a partir del segundo asalto de los cinco pautados (dos minutos cada uno). El hombre de Burzaco sufrió una lesión en su mano derecha que lo mantuvo incómodo a lo largo de la pelea, a pesar de que una vez que asimiló lo sucedido volvió a estar en pelea. El combate pudo ser para cualquiera, pero Tenaglia llevó su nombre a lo más alto en esta empresa que tiene a la estrella de UFC Conor McGregor como uno de sus propietarios.
El argentino tiene 28 años y registró su primera aparición en esta empresa de lucha en agosto del 2022 cuando noqueó al inglés Chasa Symonds en Londres. Repitió en abril del 2023 contra el británico Luke Nevin, a quien le ganó por KO en un evento que se celebró en la ciudad de Leeds. La última aparición en esta compañía fue ante el galés James Lilley en el BKFC 60 que se realizó en Milton Keynes (Inglaterra), en lo que había sido su único triunfo en las tarjetas durante la velada que tuvo lugar en abril de este año.
Ubicado en el puesto 4° del ranking del peso ligero, el sudamericano se topó en este caso con un peleador norteamericano de 37 años que lidera el ranking de la divisional gracias a cosechar hasta este sábado un récord de 6 victorias sin derrotas ni empates en esta especialidad.
Años atrás, en una entrevista con Infobae, Tenaglia relató cómo fueron sus inicios. “Yo ya sabía mi plan, tenía una meta. Sé que suena mal, pero en Argentina no me tomaban en ningún lado y, si laburaba, me pagaban una mierda. No iba a poder hacer la guita para ir a Europa. Yo veía los presupuestos de cómo se vivía afuera y no llegaba. Primero probé en irme a Nueva Zelanda, donde no me dejaron entrar”, explicó sobre el intento que realizó de iniciarse en el kickboxing de ese país, con el deseo también de permanecer cerca de Tailandia por el muay thai. Finalmente, emigró a Europa: “No me dejaron entrar porque fui regalado, sin visa ni nada. Cuando me mandaron de vuelta, en el aeropuerto saqué un boleto para España. Pensé en que de ahí podía moverme para Holanda o Inglaterra, y entonces hice eso. Llegué a España con 350 euros”.