Una marea de vinaza tucumana cubrió un pueblo santiagueño mientras el mal olor invade cada vez más a nuestra provincia

Lunes 14 de Octubre de 2024, 10:40

Industriales azucareros aprovecharon las lluvias y el aumento del caudal del Salí para arrojar los desechos a los canales.



En las últimas semanas recrudecieron los horribles olores que invaden Tucumán, a causa del derrame de vinaza a cielo abierto por parte de ingenios que producen alcohol.

Paralelamente, El Palomar, una pequeña localidad de Santiago del Estero ubicada a unos 60 kilómetros de la capital provincial, se vio afectada por un grave desastre ambiental. El viernes, una gran cantidad de vinaza llegó al pueblo a través de canales de riego que se originan en Tucumán y desembocan en la provincia vecina, lo que generó alerta entre los vecinos.

El fiscal federal de Santiago del Estero, Pedro Simón, tomó cartas en el asunto e inició una investigación, anticipando que será inflexible ante esta nueva emergencia ambiental.
La denuncia vecinal que encendió las alarmas

Una vecina del pueblo se presentó ante las autoridades para advertir sobre un hecho anómalo en su propiedad. Relató que de repente percibió un fuerte olor desagradable y notó que la laguna detrás de su vivienda se había teñido de un líquido marrón con un hedor insoportable. Las autoridades confirmaron su denuncia y dieron intervención a la justicia federal.

El fiscal Simón encomendó a la Gendarmería Nacional realizar un relevamiento exhaustivo de la zona, tomar muestras de agua y utilizar imágenes satelitales para rastrear el recorrido de los residuos industriales. Según los informes preliminares, millones de litros de vinaza habrían sido vertidos en el canal Interprovincial del Este. "Fue una marea que llegó de golpe", describió una fuente vinculada a la investigación.

Los investigadores sospechan que, aprovechando las intensas lluvias de la semana pasada y el aumento del caudal de ríos y arroyos, algunas industrias habrían arrojado los residuos con la intención de diluirlos en el agua. Días atrás, se registró una mortandad de peces en la desembocadura del río Salí, que conecta con el lago El Frontal, y pescadores locales asociaron el hecho con la crecida del Salí.

"Si alguien cree que este acto quedará impune, se equivoca. Tanto las autoridades administrativas como la Justicia tomaremos medidas, y si encontramos a los responsables, serán imputados y enfrentarán todo el peso de la ley", declaró Simón en una entrevista con el diario El Liberal.

El fiscal solicitó al defensor del Pueblo de Santiago del Estero, Lionel Suárez, que el grupo de monitoreo del Comité de Cuenca Salí-Dulce intervenga en la situación para evaluar el impacto ambiental. Las autoridades ambientales provinciales también forman parte de este comité y ya están trabajando en el caso.

El incidente ha generado preocupación no solo por sus efectos inmediatos, sino también por las posibles repercusiones a largo plazo para el ecosistema de la región.