Jueves 24 de Octubre de 2024, 21:28
Mientras José Ascárate, el responsable del ente que debería controlar a EDET, sale a defender a la empresa, y afirmar que cobra tarifas adecuadas, los tucumanos se encuentran día a día con otra realidad muy diferente.
¿Conocerá el caradura de Ascárate los montos de las facturas que les envían sus amigos de EDET a los clientes cautivos? ¿Sabrá que una tajada de esos ingresos van a parar al ERSEPT, que él preside, una cueva de ñoquis alimentados con el pago de los sufridos usuarios?
Un lector de CONTEXTO envió a nuestro WhatsApp la última factura que le llegó a un local de la avenida Juan B. Justo, que debido a la recesión se encuentra cerrado.
El consumo registrado fue de 1 kWh, es decir nada. Y el dueño tendrá que pagar 55.260 pesos este mes.
Hay que aclarar que el inmueble no registraba ninguna deuda pendiente. Los 55.260 pesos son un regalo íntegro para los delincuentes de EDET, seguramente incluyendo alguna tajadita para los encargados de "controlar".
El alevoso accionar de EDET no parece encontrar límites, mientras todo el arco político se mantiene en silencio. Cuando los cortes de energía comiencen a generalizarse, sumados a estas facturas "impagables", la situación puede desbordarse.
No hay que ser experto para pronosticarlo.
Mientras tanto, Ascárate salió este jueves a señalar que la empresa EDET es un ejemplo de buen servicio, con tarifas acordes al promedio nacional, y fuertes inversiones en la distribución de electricidad. La empresa, en el mismo sentido que su socio, declaró descaradamente que la factura promedio es 30.000 pesos en Tucumán. Sin consumir nada, un cliente tiene que pagar más de 55.000 pesos.