Natalia Oreiro recordó el inicio de su historia de amor con Ricardo Mollo: “Me costó dos meses convencerlo”

Viernes 24 de Mayo de 2024, 21:10

Natalia Oreiro y Ricardo Mollo.



Una jovencita Natalia Oreiro, afianzada en el éxito de Muñeca Brava y recién separada de Pablo Echarri, se enamoró de Ricardo Mollo en una clase de yoga. Sin embargo, le costó mucho conquistar al guitarrista de Sumo y Divididos, que le lleva más de dos décadas.

Todo esto pasó en 2001, hace ya más de 23 años. Natalia tenía justamente 23 años y Mollo, 43. Empezaron a cruzarse en una clase de yoga, después de la que se quedaban a conversar sobre comida vegetariana, vida natural y otros temas que les interesaban a los dos.

Y aunque pocos en el mundo del espectáculo local pensaban que la pareja funcionaría, los artistas tienen una fórmula perfecta que les permitió transitar juntos la vida y criar a su hijo Merlín Atahualpa, de 12 años.

Natalia Marisa Oreiro Iglesias nació el 19 de mayo de 1977 en Montevideo. Con su sonrisa habitual, la actriz uruguaya siempre cuenta que ella se enamoró de Ricardo Mollo -que el 17 de agosto cumplirá 67-, pero le costó muchísimo conquistarlo. “Yo me lo levanté a él, pero me llevó dos meses convencerlo. Cuando empecé a salir con Ricardo, no sabía que era el cantante de Divididos. Escuchaba su música, pero nunca le había visto la cara”, contó.

“Nos hicimos muy amigos, pero yo lo miraba a él como diciéndole ‘¡dale!’ Y él me miraba y me cuidaba un montón en las clases. Eso también me enamoró. Su parte sensible me mató de amor”, recordó Natalia.

El primer paso de Natalia, que no funcionó

Natalia Oreiro no se dio por vencida y dio el primer paso: organizó una comida en su casa a la que invitó a varios amigos, entre ellos a Mollo. Ella lo contó así: “Me pasé todo el día cocinando una lasagna vegetariana, pensada especialmente para él, pero cuando estábamos todos charlando y a punto de cenar, dijo que se tenía que ir, y se fue. No lo podía creer.”

Pero algo hizo que Ricardo Mollo se diera cuenta de la movida de la actriz, porque después de estar de viaje durante dos semanas, volvió y la invitó a salir. Y allí comenzó el amor correspondido entre los dos.

Fórmula perfecta y boda secreta

La pareja se afianzó gracias a una “fórmula perfecta” y el 2 de enero de 2002 contrajo matrimonio en una playa de un pueblito del norte de Brasil, a 400 kilómetros de Recife. La actriz uruguaya siempre contó que se enamoró de “su luz, su paz, su corazón, su sonrisa”.

Una década después de la boda, el 26 de enero de 2012, llegó al mundo Merlín Atahualpa, el único hijo de la pareja, a quien crían por partes iguales. Tanto, que si el chico se lastima no solo llama “¡mamá!”, sino también “¡papá!” El guitarrista ya tenía otras dos hijas grandes, Martina Aldabel y María Azul, de su primer matrimonio.

La fórmula perfecta de la pareja quedó retratada tiempo después en Nasha Natasha, el documental dirigido por Martín Sastre, con música de Mollo, estrenado en 2020. La película reflejó tanto los viajes de la actriz y el cantante uruguaya por Rusia, Rumania, República Checa, Israel e Italia como su vida en pareja, ya que Mollo dejó todo para acompañarla con su hijo.

Así se pudo ver a dos artistas muy ocupados, pero siempre combinando amor, trabajo, fama y apoyo mutuo, incluso para la crianza de su hijo de 12 años. Natalia Oreiro contó varias veces que también la diferencia de edad con Ricardo Mollo resultó muy buena para ellos: “Él, a mi criterio, ya se encontró. Y yo estoy en la búsqueda permanente de mi esencia y él me acompaña en todo.” /TN