Sábado 02 de Noviembre de 2024, 06:00
ERROR. Los uniformados que lo detuvieron pensaron que el talco ocultaba cocaína y así fue presentado el caso, que hasta originó un posteo en redes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
Un caso de detención errónea en Mendoza generó preocupación sobre los procedimientos de las fuerzas de seguridad en el control del narcotráfico. Maximiliano Ariel Acosta, un vendedor ambulante de 42 años, fue arrestado el 2 de octubre tras ser confundido con un narcotraficante. Acosta, oriundo de Mar del Plata, había viajado a Mendoza con la intención de comenzar un nuevo emprendimiento vendiendo talco al por mayor. Tras la frustración por las pocas ventas decidió regresar a Mar del Plata.
En medio del trayecto, cuando todavía no había salido de Mendoza, subió al colectivo un control de Gendarmería y lo bajaron del colectivo argumentando que en el bolso había talco, sino cocaína.
El hombre estuvo 21 días preso, luego de que se comprobó que el reactivo preliminar había fallado y efectivamente lo que Acosta llevaba era talco.
Tras liberarlo lo dejaron solo en la ruta 7 para que volviera a su casa por su cuenta. La madre de Acosta, Laura Ibarra, dijo que el hombre estuvo "en un calabocito de uno por uno, no lo sacaban ni siquiera a un patio, estaba en un camastro todo el día, sin hacer nada".
"Estuvo 21 días, primero estuvo en la 32, que es federal, de ahí él le pidió por favor que lo llevaran a la cárcel, porque no daba más. No tenía las cosas de higiene, no tenía nada, lo único que le dieron bien de comer", detalló la mujer.
Además aseguró que cuando se dieron cuenta del error lo liberaron, pero también lo dejaron a la deriva: "Lo largan de una cárcel de máxima seguridad a las 11 de la noche con dos bolsos, que eran los bolsos que él traía, habiéndole robado ya la campera en la 32. Lo dejaron solo a la noche en la calle".
Acosta comenzó a caminar, hasta que el cansancio le ganó y afortunadamente se encontró con una persona en auto que le hizo de Uber y a través de quien se pudo comunicar con su madre para pedirle dinero y ayuda.
"Le prestó el teléfono para que me llame a mí, yo después le hice un giro al muchacho para que se cobre el gasto del Uber y que le dé plata a mi hijo para que pueda manejarse y comer algo", relató.
Consultada sobre si van a demandar a gendarmería o al Estado Nacional, la mujer dijo que primero se van a tranquilizar, pero aseguró que "fueron muchos días" donde madre e hijo sufrieron un fuerte impacto emocional.
Cabe indicar que se trató de un control selectivo, sin una investigación previa. /
Cadena 3
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