Jueves 18 de Septiembre de 2025, 21:25

Un pasajero vivió un momento terrible con su hija en brazos. El testimonio fue compartido por otros usuarios, quienes también denunciaron violencia a bordo.
Un grave episodio de inseguridad en el transporte público fue denunciado en San Miguel de Tucumán. Un pasajero afirmó que, durante un viaje en taxi con su hija en brazos, fue víctima de una amenaza con una picana eléctrica por parte del chofer, luego de reclamar el monto del viaje.
Según el testimonio en Facebook, el hombre abordó un taxi en la intersección de avenida Roca y Buenos Aires y se dirigió hasta Junín y Santiago. Al llegar a destino, el conductor le habría cobrado $7.000, el doble de lo que habitualmente abona por ese recorrido. “
El taxímetro lo tiene apagado o no le funciona y te cobra con una aplicacion del teléfono que esta tocada. Me cobró el doble de lo que pago habitualmente, desde Roca y Buenos Aires hasta Junin y Santiago me cobró 7000 pesos, cuando le reclamé, me amenazó con una picana”, relató el pasajero, quien decidió descender rápidamente con su hija para evitar un mal mayor. "
Yo iba con mi hija en brazos por lo que tuve que bajarme rápidamente. Ojalá me lo cruce de nuevo sin mi hija en brazos a ver cómo le va"

El caso generó repercusiones en redes sociales, donde otros usuarios compartieron experiencias similares de cobros excesivos e incluso actitudes violentas por parte de algunos choferes.
Una pasajera denunció que, en un viaje corto desde la plazoleta Mitre hasta la Maternidad, le intentaron cobrar $5.000 cuando el valor habitual ronda entre $1.800 y $2.000.
Otro testimonio relató un incidente en el que un taxista comenzó a increparla sin motivo aparente, situación que derivó en una discusión. "
Cómo se nota que son hombres. Uno no va por la vida pensando que le van a dar picanazos, y menos si vas con un menor que además es tu hijo. Terminás teniendo más miedo de que el chico ligue el picanazo.
El otro día subí a un taxi y el tipo de la nada me comenzó a increpar porque dijo que le hice caras. Están re locos los taxistas. Lo puteé y me fui, pero porque estaba sola, teniendo un niño en brazos no sé si hubiera hecho lo mismos".
El episodio
reaviva el debate sobre la seguridad y transparencia en el servicio de taxis de la capital tucumana. Usuarios señalaron la falta de controles sobre el funcionamiento de los taxímetros y reclamaron mayor supervisión de las autoridades municipales para evitar abusos y hechos de violencia.
Las denuncias apuntan a que estas prácticas no solo afectan al bolsillo de los pasajeros, sino que generan un clima de temor e inseguridad, especialmente cuando los viajes involucran a menores.
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