Sábado 09 de Noviembre de 2024, 16:24
Para los expertos, esta conducta refleja muchos factores sobre la forma de ser de las personas.
No hay un momento del día determinado para poner la casa en orden. Si bien hay personas que prefieren acomodar todo antes de acostarse o durante la tarde, existen otras que lo hacen por la mañana apenas se levantan. Para la psicología, este hábito refleja factores de la forma de ser y estados de ánimo.
Esta costumbre va más allá de una simple tarea doméstica, ya que desde una perspectiva de los expertos, revela mucho sobre la mente y la manera de relacionarse con el entorno.
Qué significa ordenar la casa apenas te levantás, según la psicología *Seguridad y control: Al ordenar durante las primeras horas del día el espacio físico, muchas personas sienten que toman el control de su vida. En este marco, un espacio ordenado genera sensación de seguridad y previsibilidad.
*Tener una mente clara: El entorno despejado puede contribuir a una mente más enfocada y clara, ya que el desorden visual puede provocar distracciones y dificultar la concentración en algunas tareas.
*Autodisciplina: Ordenar el hogar recién levantado requiere de una voluntad y disciplina diaria, ya que muchas veces las ganas de hacerlo son nulas. Es por eso que se trata de una pequeña victoria que impulsa a cumplir otras responsabilidades.
*Bienestar emocional: Un ambiente en orden ayuda a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Es que, la sensación de logro al terminar de acomodar todo en la casa puede ser muy gratificante.
*Hábito saludable: Se trata de una tarea diaria que puede inculcarse como un hábito saludable y que va de la mano con otros como hacer ejercicio o comer de manera balanceada.
Cómo empezar a alejar el desorden de nuestra vida Establecer rutinas diarias.
Dedicar tiempo todos los días para realizar pequeñas tareas de organización.
Establecer rutinas para la limpieza y la organización de espacios específicos.
Despejar los espacios de trabajo.
Mantener las superficies de trabajo, como escritorios y mesas, libres de objetos innecesarios.
Usar cajas o contenedores para organizar y almacenar artículos pequeños.
Ordenar por categorías.
Organizar las pertenencias por categorías (ropa, libros, utensilios de cocina) para facilitar la búsqueda y la limpieza.
Deshacerse de artículos que no necesitamos o que no usamos en mucho tiempo.
Utilizar sistemas de almacenamiento.
Utilizar estanterías, cajas y organizadores para maximizar el espacio de almacenamiento. /TN
Etiquetar los contenedores para una fácil identificación.
Asignar un lugar para cada cosa.
Almacenar objetos similares juntos y asignar un lugar específico para cada tipo de artículo.
Asegurarse de devolver los objetos a su lugar después de usarlos.
Digitalizar documentos.
Escanear documentos importantes y organizarlos en carpetas digitales.
Reducir la cantidad de papel acumulado.
Programar un tiempo de limpieza.
Establecer días específicos para limpiezas más profundas en diferentes áreas de la casa.
Dividir las tareas entre los miembros de la familia.
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