Lunes 25 de Noviembre de 2024, 07:34
Un día de julio de 2022, Antonio Miranda se hizo con un premio gigante en un tragamonedas, pero lo que vino después fue una ingrata sorpresa.
Antonio Miranda tiene 56 años y vive en Luis Piedrabuena, Río Gallegos. Su madre lo tuvo a los 16 y lo crió junto a sus hermanos por su cuenta.
Antonio, por su parte, trabaja como obrero desde los 16, formó una familia en Buenos Aires y se asentó en este pueblo santacruceño para intentar mejorar su vida.
El 7 de julio de 2022 hacía frío, y Antonio, quien tuvo que hacer tiempo para esperar unos trámites, decidió jugarle unos pesos a la maquina tragamonedas del casino de la capital de Santa Cruz.
Apostó con los seis mil que tenía a mano, y en un momento unas luces le anticiparon la mejor noticia: había ganado 100 millones de pesos.
“Ya vuelvo para tomarte los datos”, lo felicitó un empleado del lugar, pero apareció la encargada de la sala y le dijo que no le iba a pagar el premio porque la máquina tenía un desperfecto.
Desconcertado, Antonio atinó a pedirle un celular a una mujer para sacarle una foto a la máquina donde constaba el premio.
Volvió a la hora al lugar, donde no le dieron ninguna respuesta.
Qué hizo el ganador del premio cuando no le pagaron
Ante la falta de claridad, Antonio contactó al abogado Gustavo Insaurralde, dueño de un estudio en Río Gallegos.
“La cuestión quedó estancada desde el momento en que el casino no respondió más. Por lo que pasada la feria judicial decidimos iniciar una demanda”, explicó al medio Red 43.
Asimismo, declaró que luego les ofrecieron una cifra muy pequeña en comparación a lo que Antonio había ganado.
De todas formas, Insaurralde no vaticina una mejor oferta por parte del casino, cuyos representantes indican que se trataba de un error en la máquina, a pesar de que Antonio había ganado de manera legítima.
"Ellos saben que si vamos a la justicia van a perder. Pero los tiempos de la justicia son muy largos. Y tal vez especulan con eso”, añadió Insaurralde.
Ahora Antonio no tiene trabajo, sufrió problemas con su presión arterial y para colmo falleció su padrastro.
La frutilla de este ácido postre, la ausencia de los 100 millones de pesos, que espera recibir el hombre que fue millonario por un día. /Ámbito
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