Caso María Cash: las ocho pruebas que complican al camionero acusado de asesinarla

Viernes 29 de Noviembre de 2024, 20:25

Héctor Romero quedó detenido con prisión preventiva luego de ser imputado por el delito de homicidio agravado por alevosía.



En las últimas semanas, la investigación del caso de María Cash, la joven de 29 años que desapareció en julio de 2011, cambió su foco y dejó como resultado un detenido. Se trata de Héctor Romero (71), el camionero que la habría visto por última vez y que durante más de 13 años figuraba en el expediente como testigo.

Sin embargo, luego del trabajo llevado adelante por la Fiscalía General del Distrito de Salta, a cargo de Eduardo Villalba, el hombre se convirtió en el único y principal sospechoso de la desaparición de la chica, por lo que terminó siendo imputado por “homicidio calificado por alevosía” y detenido con prisión preventiva.

Romero ingresa a la escena de la investigación seis días después de que a María Cash se le perdiera el rastro. Fue a partir de la declaración de un testigo que dijo haber visto a una mujer haciendo dedo al costado de la ruta. Según el documento al que pudo acceder TN, esta persona dijo que observó el momento en que “un camión Mercedes Benz blanco la levantó”.

Este punto se trata de una de las cuestiones que despertó sospechas en los investigadores, ya que resultó extraño que Héctor Romero nunca haya comunicado haber visto a María el día que desapareció, ni tampoco informó a la Policía haberla “acercado” hasta un lugar. “A pesar de que el caso tomó rápidamente repercusión en los medios, en los que se mostró la imagen de María con el fin de que quienes la vieran informen a las autoridades, Romero no avisó nada”, expresa el escrito.

Antes de su detención, el camionero declaró cinco veces, cuatro en 2011 y una en 2019. En esos testimonios, la investigación concluyó que el acusado dio diferentes ubicaciones en la que habría dejado a la joven diseñadora, luego de que se suba al camión. En principio, dijo que ella se bajó en un paraje denominado Palomitas, sobre Ruta Nacional 34; en otra ocasión dijo que fue “un poquito antes en diagonal a la Difunta Correa”; y por último aseguró que la dejó al llegar en la Difunta Correa.

“Romero es una persona que trabajaba (en ese momento) hacía más de 20 años como camionero de la empresa y hacía ese camino casi todos los días. (...) Si conoce el camino de memoria, ¿por qué cambia la ubicación del lugar en el que bajó a María?”, cuestionaron los investigadores en el documento.

Por otra parte, un punto que resultó clave fue el trabajo del Cuerpo Especializado de Investigadores, que se encargó de realizar las averiguaciones en el lugar en el que supuestamente estuvo María Cash por última vez. Luego de ello, concluyeron que “resulta casi imposible que el camión haya podido frenar de repente antes de la gruta de la Difunta Correa, ya que no hay tiempo de frenado para un camión con la carga que llevaba”.

Otra de las tareas que se realizó durante la investigación fue el análisis de los impactos del celular de Romero durante un año, previo al 8 de julio, es decir, el día en el que se pierde el rastro a María Cash. Esto permitió descubrir dos ventanas de tiempo que el camionero dejó en evidencia a partir de sus declaraciones y que resultan incomprensibles para la fiscalía.

Según sus declaraciones, ese día salió desde General Güemes casi a las 16 y llegó a Joaquín V. González a las 18:42. Pese a ello, lo que despertó sospecha es que en la declaración de Lemos, el encargado del súper al que el acusado llevaba mercadería esa tarde, señaló que él llegó a las 19:15 al comercio. Esto plantea una ventana de tiempo de 33 minutos para una distancia que, generalmente, se realiza en 5 minutos.

Posteriormente, el camionero dijo que salió de la localidad de Joaquín V. González a las 22 y que dejó el vehículo dos horas y media más tarde en General Güemes. Sin embargo, se detectó que su línea impactó en una antena saliendo a las 21:07 de Joaquín V. González, por lo cual se abre una segunda ventana de tiempo de casi una hora.

Además de estas inconsistencias que provocaron interrogantes, el análisis logró detectar que, un mes después de la desaparición de María Cash, el celular de Romero se detuvo durante una hora y 20 minutos en una zona de la ruta 16, en la localidad de El Tunal.

Esta inusual parada significó una ruptura en el patrón de conducta del camionero, ya que “para recorrer una distancia de aproximadamente 35 km, que separan El Tunal y Joaquín V. González, Romero demoró casi dos horas, cuando el tiempo que demora un camión cargado como el que él conducía habitualmente demoraría entre 30 y 40 minutos”.

A su vez, otra cuestión que llamó la atención de los investigadores fue que, en todas las declaraciones, Héctor Romero comenzó a describir a María desde abajo hacia arriba. Incluso, dijo no recordar cómo estaba vestida en la parte superior ni recuerda su rostro. “Ello resulta anormal, ya que, si nos imaginamos a Romero sentado a bordo del camión, y a María parada sobre la banquina de la ruta, (...) Romero la vería desde la cabeza hacia los pies, e inclusive, es probable que, por la altura del camión, siquiera pueda ver con claridad sus piernas/pies”, aseguran desde la Fiscalía Federal de Salta.

Por último, también se realizó un análisis del monitoreo de las llamadas del camionero y de su entorno cercano, como con su hermano, David Romero. Entre las conclusiones, la investigación determinó que Héctor Romero se contradijo en horarios de salida y llegada; que intentó contactarse con testigos para obtener información de las medidas judiciales; y que incluso manifestó cómo y qué declarar a algunas personas que fueron citadas para prestar declaración en la causa.

Finalmente, con estas pruebas, la fiscalía planteó que la principal hipótesis es que el camionero efectivamente levantó a María Cash con la intención de abordarla sexualmente y “de ahí, hasta el lugar a donde iba, Joaquín V. González, cometió el delito, e hizo desaparecer el cuerpo”.

Por Julieta Ortiz / TN