Miércoles 17 de Diciembre de 2025, 09:37

“Estoy soltera y muy tranquila. El día que esté en pareja, voy a presentarla"
Marta Fort volvió a captar todas las miradas con una producción de alto impacto en traje de baño, pero esta vez no fue solo por la estética.
La hija de Ricardo Fort abrió su corazón en una charla íntima en la que habló de su presente personal, su independencia, su vínculo con la fama y la ausencia que todavía duele: la de su papá.Con apenas 21 años, Marta atraviesa una etapa de cambios profundos. Se mudó sola, trabaja en la empresa familiar, proyecta una carrera artística y, lejos del ruido, asegura sentirse plena.
“Estoy soltera y muy tranquila. El día que esté en pareja, voy a presentarla”, afirmó con serenidad, dejando en claro que no le interesa alimentar rumores ni novelas mediáticas.
Acostumbrada a la exposición desde la infancia, la melliza de Felipe Fort reconoce que la popularidad heredada nunca fue del todo cómoda, pero aprendió a convivir con ella. “No me engancho con las críticas, trato de poner mi energía en lo que realmente me interesa”, sostuvo, marcando una postura firme frente a los comentarios en redes sociales, donde suma más de un millón de seguidores.
En la entrevista, Marta se mostró reflexiva y madura, producto de una vida marcada por pérdidas tempranas. La muerte de Ricardo Fort cuando ella tenía apenas 9 años y, años después, el suicidio de Gustavo Martínez, su padrino y figura clave, la obligaron a crecer antes de tiempo. “Es difícil no tener a mi papá para que me dé consejos o una mirada distinta que me ayude a tomar decisiones”, confesó, con una sinceridad que conmovió.
Lejos de ostentar su fortuna, Marta explicó que mantiene una relación consciente con el dinero.
“Disfruto la plata, pero no despilfarro. Si quiero viajar o comprarme algo que me gusta, lo hago, pero soy consciente de en qué estoy gastando”, señaló, diferenciándose del estereotipo que suele rodear a los herederos de grandes fortunas.
En cuanto a su futuro, no se encasilla. Trabaja como modelo, se prepara para estudiar actuación y no descarta la música. “No cierro ninguna puerta. Si mañana me llaman para un casting o para hacer fotos, voy”, dijo, dejando claro que su camino lo va construyendo paso a paso y a su manera.
También habló de su cuerpo, de las inseguridades y de cómo logró reconciliarse con su imagen.
“Al principio pensé que no podía presentarme como modelo, pero después entendí que me eligen como soy”, explicó, reivindicando una mirada más real y menos rígida sobre los estándares estéticos.
Finalmente, dejó una definición que resume su presente emocional: “Algo positivo de todo lo que me pasó es que
aprendí a diferenciar lo que es realmente importante de lo que no”. Lejos del escándalo, Marta Fort elige el perfil bajo, la introspección y el crecimiento personal, mientras construye su identidad más allá del apellido y demuestra que, detrás del brillo, hay una historia de resiliencia y determinación.
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