No obstante, la Cámara de Casación todavía debe definir si la joven
esperará el debate en su casa o en la cárcel, como lo hace desde hace ya
más de 8 meses. “La Cámara de Apelaciones se expidió sobre la elevación
a juicio que requirió el fiscal Padován hace unos meses, la jueza
confirmo el requerimiento y se encontraba pendiente una impugnación”,
detallaron a La Nación fuentes judiciales y agregaron que se está a la
espera de que la defensa de Alvite responda si prefiere que el proceso
sea ante un jurado popular o un juez técnico.
“Una vez decidido
quién la juzgará en instancia oral, la Presidencia sortea el Tribunal
Criminal y este es el que fija la fecha. Primero, las partes son
convocadas a una audiencia preliminar para tratar, por ejemplo, la
recepción de pruebas o si la defensa opta por un juicio abreviado”,
indicaron sobre los plazos legales y remarcaron que es poco probable que
la joven se siente en el banquillo de los acusados el año próximo.
Una fuente que conoce al detalle los plazos procesales en la justicia bonaerense analizó: “Si fijan fecha para 2025 sería muy evidente que hay un privilegio y no sería un detenido común. En la mayoría de los casos, se fijan fecha para uno o dos años”.
Es la Sala IV del Tribunal de Casación Penal bonaerense la que debe definir si la joven podrá esperar el juicio en su hogar o no. A lo largo del proceso, fue el fiscal platense, Fernando Padován quien llevó adelante la instrucción, fijo el hecho, pidió la detención y se negó tanto a la excarcelación como al arresto domiciliario. Por este motivo, el representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) fue recusado dos veces, pero avalado por las instancias superiores para que siga al frente de la investigación. “Sostener un homicidio simple con dolo eventual en un caso de un incidente vial no es nada fácil, hasta ahora se mantuvo intacto”, explicaron las fuentes judiciales consultadas por La Nación.
Por otro lado, según los abogados de la detenida, dicen que Alvite se siente sola y angustiada en esa cárcel y que el traslado empeoraría su situación. Los letrados defensores sostienen desde hace tiempo que “La Toretto” padece de distintos trastornos psicológicos a causa de su encierro, como ataques de pánico, episodios de angustia extrema y hasta depresión. Es por eso que ya han solicitado en varias oportunidades que la joven sea beneficiada con un arresto domiciliario aunque, hasta el momento, los pedidos fueron en vano y no puso ser trasladada a su domicilio.
Sus días en el mismo complejo que los rugbiers“La Toretto”, “está sola en prisión y sin hacer ninguna actividad” mientras espera al recurso de Casación Penal para ser liberada en la causa por la que está detenida tras haber atropellado y matado Walter Armand.
“Está angustiada, con depresión y ansiedad a la espera del recurso de Casación Penal”, contó el mes pasado su abogado Flavio Gliemmo en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas.
Actualmente, la joven se encuentra alojada en el complejo carcelario de Melchor Romero, lugar donde también están los jóvenes de Zárate que fueron condenados por asesinar a Fernando Báez Sosa.
La Cámara de Casación Penal confirmó en marzo pasado el veredicto de primera instancia, pese a quitar la figura de alevosía como agravante, que marcó la culpabilidad de los ocho jóvenes que mataron a Báez Sosa a golpes y patadas a Báez Sosa De esa manera, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Luciano Pertossi, y Ciro Pertossi deberán cumplir con la pena de prisión perpetua por la coautoría del asesinato cometido el 18 de enero de 2020 en la puerta del boliche Le Brique, en Villa Gesell. También quedaron firmes las sentencias de Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi a 15 años de cárcel como partícipes secundarios del homicidio.
La joven de 21 años conocida como también podría enfrentar una pena similar por la calificación que tiene el delito que se le imputó. A más de ocho meses del caso que estremeció a La Plata, Gliemmo señaló que su clienta está sola en prisión, sin ninguna compañía: “Hace poco trasladaron a su compañera de celda. Tenía una excelente relación con esa chica, pero bueno, ahora está sola”.
Sobre las visitas que la acusada recibe en prisión, el abogado subrayó que una vez por semana van a verla sus padres, mientras que el equipo de abogados acude cada 15 días para continuar planificando la defensa.
Captura de un video que subió a TikTok Felicitas Alvite en el que se jactaba de manejar a alta velocidadCapturaA mediados de octubre, luego de que se diera a conocer que Alvite irá a juicio por atropellar y matar al motociclista y que su amiga Valentina Velázquez por correr picadas, la defensa solicitó a la Cámara de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires la excarcelación y el pedido de arresto domiciliario.
Aunque no hay fecha aproximada de cuándo se conocerá la decisión de Casación, Gliemmo estima que “será en breve”.
“Elevar la presente causa a juicio en los términos del art. 337 del C.P.P, en relación a Felicitas Alvite por el delito de homicidio simple (con dolo eventual) -Hecho I- y Valentina Velázquez en orden al delito de participación en prueba de velocidad o destreza con un vehículo automotor -Hecho II-, previstos en el art. 79 y 193 bis del Código Penal, respectivamente”, dictaminó la jueza Marcela Garmendia en el fallo.
La Cámara de Apelaciones y Garantías de la capital provincial rechazó en octubre la pretensión de la defensa de que Felicitas Sofía Alvite siga atada al proceso, pero en condición de detención domiciliaria, y dejó firme su prisión preventiva por el delito de homicidio simple con dolo eventual, por el que podría recibir una pena máxima de 25 años de cárcel.
La madrugada del crimenEl 12 de abril pasado, a las 2, cuando conducía un VW Gol Trend de un amigo, Alvite cruzó la bocacalle de 13 y 532 con el semáforo en rojo y embistió a Walter Rubén Armand, de 36 años, que circulaba en una moto Bajaj Boxer. El motociclista falleció en el acto.
Según la acusación del fiscal Padovan, Alvite –que se hacía llamar “La Toretto”, en referencia a uno de los personajes de la saga Rápidos y Furiosos– y la conductora de un Peugeot negro que iba a la zaga conducían en exceso de velocidad y de manera temeraria “a pesar de que la zona es de una gran afluencia por ser el centro de la ciudad”, eludiendo a otros vehículos detenidos y sin importar poner en riesgo la vida de terceros.