Viernes 10 de Enero de 2025, 07:56
ACOMPAÑAMIENTO. Familiares y vecinos de Enzo Núñez salieron a la calle a despedirlo y a reclamar que se detenga a los supuestos autores el primer asesinato del año en Tucumán.
El primer homicidio de 2025 en Tucumán continúa sin resolverse. Enzo Núñez, un joven trabajador del barrio San Fernando, falleció tras ser herido de bala en un violento enfrentamiento que, según las autoridades, tuvo su origen en un conflicto vecinal. A pesar de los esfuerzos de la familia y de los vecinos por buscar justicia, los sospechosos del crimen permanecen prófugos.El incidente ocurrió el domingo pasado, cuando Núñez, de 27 años, salió de su casa y se cruzó con un vecino conocido como “Kevin”, quien iba acompañado de su padre, identificado como “Pelusa”. Según testigos, Núñez reclamó una deuda de $5.000 que Kevin mantenía con él desde semanas atrás. El reclamo derivó en una pelea a golpes entre ambos. Durante el altercado, Pelusa, quien observaba desde una motocicleta, sacó un arma y disparó contra Núñez, hiriéndolo en el pecho y en el tobillo.
Núñez, descrito por su primo
Marcos Juárez como “un chango que no paraba de laburar”, se ganaba la vida como jardinero, cadete y dueño de un lavadero de autos en su casa. “Ahora lo mataron a sangre fría y no tuvo tiempo de defenderse. Toda la familia está movilizada por su muerte y no pararemos hasta que se haga justicia”, expresó Juárez.
El joven fue trasladado al hospital Padilla tras el ataque. Aunque inicialmente los médicos aseguraron que su estado no era crítico, su condición se deterioró y falleció tres días después. La familia de Núñez acusa negligencia médica, afirmando que los profesionales no realizaron estudios suficientes para evaluar la gravedad de sus heridas. “Nos dijeron que la bala en el pecho no era grave, pero después nos enteramos que no hicieron ningún estudio para localizarla”, denunció Juárez.
El caso refleja la creciente inseguridad en barrios periféricos de Tucumán, donde la portación de armas se ha convertido en una constante. “Estos barrios son como el lejano oeste. Cualquier conflicto termina con disparos”, señaló Luis Jiménez, vecino de la zona. Tanto la familia de Núñez como los vecinos lamentan que dos familias conocidas ahora se encuentren enfrentadas por el fatal desenlace.
Tras el ataque, Kevin y Pelusa abandonaron el barrio, dejando a sus familiares directos sin responder a las preguntas de las autoridades ni de la comunidad. Pelusa, conocido por ser verdulero en la zona, no ha sido visto desde entonces. Según fuentes judiciales, la policía mantiene custodia en su domicilio mientras continúa la búsqueda de los sospechosos.
El fiscal Carlos Sale, a cargo de la causa, afirmó que cuenta con los testimonios necesarios para imputar a Kevin y Pelusa por el homicidio de Núñez. Sin embargo, ambos siguen prófugos. “Pareciera que nadie los busca”, denunció Juárez, quien también criticó que la familia de los acusados tenga custodia policial mientras ellos enfrentan trabas para despedir a su ser querido.
No se descarta que los acusados se entreguen en las próximas horas, aunque la demora en su detención aumenta la tensión en el barrio y la indignación de la familia de la víctima. El caso plantea interrogantes sobre la respuesta de las autoridades ante la creciente violencia vecinal y la capacidad del sistema judicial para brindar justicia en un contexto de inseguridad creciente.
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