Cuando llegó al curso normal del río, la situación se tranquilizó. El agua iba veloz y él estaba dolorido. "Con los troncos me largué arriba y me dormí", aseguró.Con las primeras luces del día, se emitió el primer alerta oficial para su búsqueda. Mientras tanto, en el amanecer, Olivares se resguardó en un banco de arena. Allí pasó una cantidad indefinida de tiempo. Como no sabía nada de sus compañeros, dijo, se metió otra vez en el agua. "Me volví a largar al río para llegar al otro costado que sabia que era por donde estaba la ruta y así llegué a otra ripiera", relató.
“Empecé a tantear y subí a otra ripiera había un tronco grande. Era tarde estaba oscureciendo, por eso agarré un tronco más grande como un poste de luz y me largué otra vez y floté”, añadió desde la cama del hospital.
Así, tomado del tronco, continuó a la deriva. Hasta que llegó al terraplén en el que lo encontraron este sábado a la mañana.
A Olivares lo encontraron trabajadores de una obra de la zona. Estaba sentado a la orilla del camino, tomando agua de una botella, como dijo Andrés Besso Bianchi -quien lo vio y le dio primeras asistencias- al diario Tiempo de San Juan.
"No sabíamos si era un baqueano o un maquinista. Cuando nos acercamos, nos dijo que era el guardia de seguridad perdido", dijo Bianchi. Para entonces, él y el resto de los vecinos ya estaban avisados de que un empleado de seguridad llevaba casi dos días desaparecido.
Las tareas de rescate ya habían comenzado el jueves a la noche, aunque la oscuridad obligó a suspenderlas.
El viernes, con el primer aviso oficial, se lanzó un gran operativo. Participaron la Policía de San Juan, el Ministerio de Infraestructura, Agua y Energía, Protección Civil y el Municipio de Zonda. Incluyó rastrillajes a pie y por aire, con drones. También se hicieron varias excavaciones donde sospechaban que el cuerpo de Olivares podría haber quedado atrapado. Lo buscaban muerto.
Finalmente, lo encontraron vivo y él pudo reencontrarse con su esposa, que trabaja en la Policía de San Juan.
El empleado de seguridad quedó internado en el hospital Aldo Cantoni, de la localidad de Calingasta. Se encuentra en buen estado de salud, a pesar de politraumatismos y heridas en miembros inferiores y en el dorso. /
Clarín