Viernes 28 de Febrero de 2025, 16:01

El Papa está internado desde el viernes 14 de febrero
El cauto optimismo de la víspera, cuando por primera vez el Vaticano hizo saber que el papa Francisco había salido de un estado “critico”, cambió dramáticamente este viernes con el último parte médico, que informó de un “repentino empeoramiento del cuadro respiratorio”.“A primera hora de la tarde de hoy, después de una mañana alternando fisioterapia respiratoria a oraciones en la capilla,
el Santo Padre presentó una crisis aislada de broncoespasmo que, sin embargo, desembocó en un episodio de vómitos con inhalación y un repentino empeoramiento del cuadro respiratorio”, informó el parte médico de este viernes, cuando se cumplen dos semanas de internación.
“El Santo Padre fue prontamente broncoaspirado y comenzó una ventilación mecánica no invasiva, con una buena respuesta al intercambio gaseoso”, siguió. “El Santo Padre se ha mantenido siempre vigilante y orientado, colaborando con las maniobras terapéuticas. Por tanto, el pronóstico sigue siendo aun reservado”, añadió, al concluir que “por la mañana recibió la Eucaristía”.
“Como en los días pasados, el Papa pasó una noche tranquila y ahora está descansando”, había dicho esta mañana su vocero,
Matteo Bruni.
Fuentes del Vaticano, que aparecían mucho más relajadas que días atrás, informaron luego que el Papa después de desayunar, como siempre, leyó algunos diarios y que “continúa con su terapia” para superar su neumonía bilateral y con su fisioterapia respiratoria, es decir, con especialistas que le hacen hacer ejercicios para prevenir, tratar y estabilizar las alteraciones de la respiración.
Aunque el Pontífice, de 88 años, ha salido de una fase “crítica”, aún necesita tiempo -nadie sabe cuánto-, para derrotar los focos de infección pulmonar. Y, tal como ya todos descontaban, no podrá presidir la tradicional procesión de inicio de Cuaresma en el Aventino, el miércoles próximo, en la que será reemplazado por el cardenal
Angelo De Donatis, penitenciero mayor, según anunció el boletín cotidiano de la Sala de Prensa de la Santa Sede.
Pese a esto, desde el hospital y demostrando extraordinaria determinación, Bergoglio sigue trabajando. De hecho, envió un mensaje a los participantes a un curso para los responsables de las celebraciones litúrgicas episcopales que concluye este viernes en el Pontificio Ateneo de Sant’ Anselmo, fechado 26 de febrero y datado en el Policlínico Gemelli. En el texto no aludió a su estado de salud, sino que se despidió con su clásico “no se olviden de rezar por mí”. Además, como en días pasados, designó a otro obispo, esta vez en África, aunque es sabido que los nombramientos episcopales suelen decidirse meses antes de su anuncio.
“Las condiciones clínicas del Santo Padre se confirman también hoy en mejora”, informó ayer el parte, que se conoció minutos antes de las 19 hora local. “Hoy alternó oxigenoterapia de alto flujo con ventimask”, precisó, mencionando por primera vez el uso de una mascarilla.
“En consideración de la complejidad del cuadro clínico, son necesarios ulteriores días de estabilidad clínica para resolver el pronóstico”, agregó, otra manera de decir que su pronóstico sigue reservado, es decir, que aun el Papa no está fuera de peligro. Fuentes vaticanas hicieron notar, sin embargo, que por segundo día consecutivo no apareció en el parte el adjetivo “crítico” y destacaron que esto se debe a que el paciente ilustre “salió de una condición crítica”, aunque el cuadro sigue siendo complejo. Subrayaron por otro lado, que la aparición de la mascarilla puede leerse como otra señal de mejora porque suele ser un instrumento para ayudar a la respiración “más suave” que las cánulas nasales con oxígeno de alto flujo que venía usando todo el tiempo.
Velas que representan al Papa Francisco se colocan en la estatua de Juan Pablo II fuera del hospital Gemelli donde el Papa Francisco está hospitalizado en Roma el 24 de febrero de 2025. TIZIANA FABI
Como siempre, los médicos también pintaron un cuadro de cómo su paciente ilustre pasó la jornada: “el Santo Padre ha dedicado la mañana a la fisioterapia respiratoria alternándola al descanso, mientras que en la tarde, después de otra sesión de fisioterapia, fue a rezar a la capillita del departamento privado ubicado en el décimo piso, donde recibió la eucaristía”, indicó. “Después, se dedicó a actividades de trabajo”, concluyó.
Aunque ya era evidente, por otro lado, la Sala de Prensa de la Santa Sede hizo saber que “debido al prolongarse de la hospitalización” queda anulada la audiencia jubilar programada para este sábado.
El parte no se refirió a la neumonía bilateral que padece el Papa. En la víspera habían dicho que la tomografía computarizada axial (TAC) de tórax -realizada el martes por la tarde-, “destacó una evolución normal del cuadro de inflamación pulmonar”, algo que pareció indicar que sigue presente. Además, en lo que fueron óptimas señales, habían anunciado que “la insuficiencia renal leve observada en los últimos días ha remitido”, que los análisis de sangre habían mostrado mejoras, algo que se interpretó como que habían desaparecido la anemia y la falta de plaquetas consignadas el sábado pasado, hasta ahora el peor día de esta larga hospitalización. El sábado, en efecto, la situación se complicó y se temió lo peor: el Papa tuvo una crisis respiratoria asmática prolongada y, por otro lado, se descompensó y necesitó transfusiones de sangre.
Optimismo
En comparación a ese momento dramático y más allá de la enorme cautela de los médicos, se percibe un moderado optimismo. Por quinto día consecutivo, en efecto, nadie habló de crisis respiratorias, algo crucial. Sobre todo en un paciente de 88 años y como el Papa, que arrastra una fragilidad pulmonar desde que a los 21 años padeció una neumonía casi terminal y le fue extirpado parte de un lóbulo del pulmón derecho.
Gente rezando por el papa Francisco ante la Policlínica Agostino Gemelli, en Roma, el domingo 23 de febrero de 2025Andrew Medichini - AP
Consultada ayer por La Nación,
Annalisa Bilotta, médica del hospital internacional Salvator Mundi de esta capital, consideró que el hecho de que el Papa haya pasado de las cánulas nasales al ventimask, la mascarilla, “puede querer decir que los médicos están tratando de habituarlo a otro tipo de instrumento para la respiración o puede también ser que, después de tantos días con vías nasales, sintiera algo de fastidio”. “Sumando el hecho de que está haciendo mucha fisioterapia respiratoria y que ya no tuvo crisis respiratorias, mi conclusión es que parece estar un poquito mejor”, afirmó, analizando el parte. “Pero los médicos quieren ser prudentes y mantienen que el pronóstico sigue reservado porque hace falta tiempo para que el tratamiento para superar la neumonía funcione, porque se trata de una terapia muy larga”, añadió.
En un clima ya menos tenso, en el Vaticano bromeaban con el efecto benéfico que está teniendo la maratón de rezos del rosario por la salud del Santo Padre en la Plaza San Pedro que se inauguró este lunes, guiado todas las noches a las 21 locales por un cardenal residente en Roma. Arrancó el lunes el cardenal
Pietro Parolin, secretario de Estado, número dos del Papa y considerado un candidato papabile fuerte entre los italianos; siguió el martes el cardenal filipino
Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, otro papabile; el miércoles le tocó al cardenal
Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio, de 92 años y con un papel crucial en lo que será el pre-cónclave y anoche le tocó al cardenal vicario de Roma,
Baldo Reina, de 54 años, demasiado joven para ser candidato.
Este viernes, lo hará el cardenal argentino
Víctor Manuel “Tucho” Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y muy cercano a Francisco, anunció la Sala de Prensa de la Santa Sede. Casi 3000 personas, de todas las edades, religiosos, seminaristas, monjas, y muchísimos jóvenes, están participando todas las noches, algo que, como hizo saber, conmueve y probablemente energiza al frágil papa del fin del mundo.
/LaNación
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