Martes 04 de Marzo de 2025, 16:29

Jeremías Sosa tenía dos hijos y ayudaba a chicos pobres de Jardín América, en Misiones. Jeremías Sosa tenía dos hijos y ayudaba a chicos pobres de Jardín América, en Misiones.
Jeremías Sosa (30) tenía miles de sueños junto a su esposa, Carolina Sotelo (32), y sus dos hijos de 14 y 3 años. Uno de ellos, quizás el más importante, era armar una fundación para ayudar a chicos de Jardín América, una localidad ubicada a 100 kilómetros al norte de Posadas, capital de Misiones.
Pero sus sueños y proyectos quedaron truncos el sábado 22 de febrero cuando Jeremías fue asesinado a golpes por vecinos de la localidad bonaerense de Olivera, cercana a Luján, al ser confundido por un ladrón porque lo vieron correr.
Por el crimen hay tres personas detenidas acusadas de "homicidio agravado con alevosía".Pero la familia asegura que son entre 10 y 12 los involucrados en la brutal muerte del hombre.
Lo que no sabían las personas que lo golpearon, ataron y maniataron es que Jeremías no era un ladrón, sino un albañil que estaba juntando plata para el regalo de los 15 años de su hija. Tampoco sabían que estaba esperando viajar nuevamente a Misiones para estar presente en el primer día del jardín de su hijo más pequeño.
Los vecinos que lo golpearon nunca supieron que 20 chicos del barrio comían gracias al comedor comunitario que Jeremías tenía con su esposa en su casa.
Qué pasó con Jeremías Sosa
Jeremías era albañil. Por su trabajo viajaba tres meses a Buenos Aires, donde estaba a cargo de varias obras de construcción en Morón, Temperley y Tigre. La última que aceptó dirigir fue en Luján, cerca de donde vivía su hermana.
“Trabajaba dos o tres meses y volvía a Misiones a vernos. Se quedaba tres semanas y después volvía a irse a trabajar”, dijo a Clarín Carolina, esposa y madre de sus hijos.
La noche que lo asesinaron, Jeremías estaba parando en la casa de su hermana. Según le contó su cuñada a Carolina, le dijo que empezó a sentirse inquieto, agobiado y con calor. Sabía que estaba por transitar un ataque de pánico porque había tenido varios en el último tiempo.
Lo que hacía en estos casos Jeremías era aislarse. Evitaba cruzarse con gente y estar en lugares con mucho ruido. “Jeremías salió corriendo de la casa de su hermana porque le dio un ataque de pánico que se acrecentó con haber escuchado ruidos de motos que justo pasaban por donde estaba”, relató Carolina.
“Fueron apenas cinco minutos. Cuando la hermana salió a buscarlo, ve
un mensaje en el grupo de los vecinos que decía que habían atrapado a un
ladrón. Pensó que era él pero no sabía lo que le habían hecho. Cuando
llegó ya estaba inconsciente”, recordó.
Para la mujer, la muerte de su pareja “fue una masacre”. “Lo ataron y maniataron sin poder defenderse”, dijo. Carolina aseguró que hay más personas involucradas y que la familia tiene los nombres y apellidos de cada uno.
Jeremías Sosa. Fue asesinado en Luján.
La investigación
Jeremías fue atacado en plena avenida Juan XXIII. Allí, una persona lo derribó y comenzó a pegarle golpes en el rostro. Otras cinco se sumaron al ataque. Le gritaban que se quedara quieto, mientras lo acusaban de haber cometido un robo en la zona.
“La golpiza continuó ante la mirada de decenas de vecinos de la zona, algunos de los cuales solo atinaron a pedir a los agresores que pusieran fin al ataque. Sin embargo, continuó hasta la llegada del personal policial”, informó el Departamento Judicial de Mercedes.
Jeremías fue llevado al Hospital Nuestra Señora de Luján, donde se constató su muerte. La autopsia estableció que sufrió un “shock neurogénico junto con un traumatismo grave de cráneo”.
Por el crimen de Jeremías hay tres detenidos: Gustavo Rocha (49), Alex Iñiguez (25) y Lucas González Bonomo (23). Todos están acusados por alevosía por la fiscal María Laura Cordiviola, de la Fiscalía N° 10 de Luján. La pena en expectativa es única, la prisión perpetua.
Quién era la víctima
Padre de dos niños, Jeremías conoció a su esposa hace 18 años, cuando ambos eran adolescentes. Carolina era amiga de su hermana. Comenzaron a salir y al poco tiempo llegó su primera hija, que va a cumplir 15 en apenas un mes.
“Más de la mitad de nuestras vidas la hicimos juntos”, dijo Carolina. Luego llegó su segundo hijo, quien en unos días va a comenzar el jardín de infantes.
Jeremías Sosa tenía dos hijos y ayudaba a chicos pobres de Jardín América, en Misiones.
“Jeremías era una persona muy carismática, no hay nadie que pueda decirte que no lo quería. Para él era todo un sí, nadie iba a encontrar una negativa como respuesta. Estaba dispuesto en ayudar a la gente. Le encantaba y le hacia bien ayudar a la gente”, describió su pareja.
El hombre estaba ahorrando para regalarle una moto a su hija para el cumpleaños. También pensaba regresar a Misiones para el inicio de clases de su hijo. “Le robaron la posibilidad a él y a su hijo de ese momento”, se lamentó la mujer.
Miles de proyectos y la solidaridad
Carolina tenía miles de proyectos y sueños con su esposo. Uno de ellos era hacer su propia casa. Lo estaban logrando, con mucho esfuerzo, entre viaje y viaje de Jeremías.
Otro sueño era crear una fundación para ayudar a chicos de Jardín América. Día a día, desde 2017, el matrimonio le daba de comer (almuerzo y cena) a 20 niños del barrio.
Marcha en Jardín América, Misiones, para reclamar justicia por Jeremías Sosa, asesinado en Luján. “Tenemos un comedor comunitario y quería armar una fundación. Lo hacía todo a pulmón. Buscaba sacar a los chicos de la calle, para que no anden solos dando vueltas. Los llevábamos a la iglesia, a la plaza, este verano los llevamos a acampar. Los chicos están destruidos”, señaló.
En los últimos días se realizaron distintas movilizaciones para pedir ayuda en Luján como en Misiones. La familia pidió que la Justicia continúe con la investigación y que detenga a los otros implicados en el hecho. /
Clarìn
Más leídas hoy
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Más leídas en la semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10