Miércoles 05 de Marzo de 2025, 11:25
Kiara Jazmín Caro (7) murió ahogada en el río de Lules. A su madre, Daniela Fernanda Ávila (24), le dictaron la prisión preventiva por tres meses, ya que fue acusada de haberla abandonado en el medio del lecho. “La víctima fue dejada sola en medio del río, sufriendo golpes y agonizando, mientras la imputada optaba por volver a los corsos”, afirmó el fiscal Pedro Gallo durante la audiencia que se realizó ayer. El juez interviniente ordenó que sea trasladada a un penal y, como ocurre normalmente en este tipo de casos, reciba atención de un profesional de la salud mental.Al relatar los hechos, el fiscal relató que Ávila estuvo con su hija y su pareja en los corsos que se hicieron en esa ciudad. Por una pelea con su concubino, ella decidió marcharse con la pequeña hacia su domicilio y por esa razón el joven quedó despegado de la causa. Regresó horas después sola y totalmente embarrada. Según explicaron los investigadores, decidió cruzar el río que estaba crecido y dejándola abandonada en el medio del cauce.
La Fiscalía imputó a Ávila por abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo. Durante la audiencia, el fiscal destacó la gravedad del hecho, enfatizando que la víctima era una niña de siete años que quedó completamente desprotegida en el cauce del río en plena noche.
Según la investigación, alrededor de las 2 de la madrugada del 2 de marzo, Ávila y su hija estaban en los corsos del barrio Ex Ingenio de Lules. En determinado momento, la mujer decidió ir a la casa de su pareja en el barrio Ampliación 25 de Mayo. Para ello, tomó un sendero de tierra que conducía al sector conocido como “Puente Negro” e intentó cruzar el río a pie. La acusación sostiene que Ávila dejó a la niña en medio del cauce sin auxiliarla ni pedir ayuda, a pesar de saber que la menor no podía valerse por sí misma en ese entorno.
El fiscal Gallo señaló que la imputada no solo demoró en pedir auxilio, sino que también obstaculizó la búsqueda al dar información falsa. “El hecho ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada, pero recién a las 5 se presentó en la comisaría, brindando información errónea sobre lo sucedido, lo que hizo que la búsqueda se dirigiera a un sitio equivocado”, explicó Gallo.
Alicia Chazarreta, madre de Ávila, declaró que su hija le contó a las 3.30 que había intentado cruzar el río y que allí había perdido a la niña. Sin embargo, cuando presentó la denuncia a las 5, Ávila afirmó que la menor se había caído desde el puente de la ruta 301, una versión que resultó ser falsa. “No solo era una declaración errónea, sino que además era físicamente imposible que el cuerpo haya sido arrastrado desde ese punto hasta donde finalmente fue hallado”, sostuvo el fiscal.
El informe preliminar de la autopsia determinó que la causa de muerte de Kiara fue asfixia por inmersión. También presentaba golpes en la región supraciliar y en las áreas temporales y parietales del lado izquierdo. El auxiliar Lucas Maggio, que se encargó de contar detalladamente las evidencias que habían recolectado, confirmó que el forense determinó que las lesiones no causaron el fallecimiento y que posiblemente pudieron ser causados por el arrastre.
Durante la audiencia, se sumaron testimonios de testigos que confirmaron que la madre de Kiara regresó sola al corso luego de intentar cruzar el río. “No supo explicar dónde estaba su hija y se la veía alterada”, relató un testigo. Otro testimonio indicó que la acusada llegó a la comisaría en estado de confusión. Según el acta de intervención policial, Ávila no estaba en condiciones de declarar en ese momento debido a un posible estado de ebriedad.
El abogado defensor, Guillermo González, sostuvo que su clienta estaba en un estado de angustia y que no recordaba lo sucedido debido a los excesos de esa noche. Afirmó que Ávila tenía una alta carga de culpa y solicitó asistencia psiquiátrica urgente. Además, no objetó la legalidad de su detención y pidió su traslado a un hospital psiquiátrico en lugar de un penal.
El fiscal Gallo pidió la prisión preventiva argumentando riesgo de fuga y posible entorpecimiento de la investigación. La defensa, por su parte, alegó que la imputada no tenía arraigo ni medios de subsistencia comprobables.
Tras escuchar a ambas partes, el juez Bernardo L’ Erario Babot resolvió dictar la prisión preventiva por tres meses y ordenó el traslado de Ávila a un penal. Explicó que la medida busca garantizar el correcto desarrollo de la investigación y evitar posibles interferencias en la recolección de pruebas.
El MPF continuará con la investigación con el objetivo de esclarecer los hechos en su totalidad. Gallo anticipó que la acusada podría recibir una pena de seis años y ocho meses o hasta 20 años de prisión. (Producción periodística: Fiorella Lombardo Rios)
El jefe de Policía de Tucumán, Joaquín Girvau, afirmó que la muerte fue consecuencia de “un descuido fatal de una persona ebria con una menor de edad”. Destacó que la policía actuó rápidamente y detuvo a todos los involucrados. “No tenía signos de violencia, pero la irresponsabilidad de la madre agravó la situación”, señaló. Girvau también informó que la mujer no estaba sola esa noche, sino acompañada por amigos y familiares, quienes se encontraban en el mismo estado. “Todos fueron trasladados a la comisaría para ser interrogados”, agregó. Ahora, la justicia avanza con la investigación. /La Gaceta
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