"Abrí la puerta y me tiré": el drama de un taxista tras cargar gas en la Refinor del Parque 9 de Julio

Miércoles 05 de Marzo de 2025, 23:58

Miguel García había salido de su casa en el barrio San Cayetano a trabajar como todos los días. No hubo feriado largo ni nada que lo impidiera. "¿Qué carnaval? Esta semana hay que pagar impuestos, comienzan las clases, me llegó la tarjeta... No queda otra que trabajar", fue una de las respuestas que se escucharon en los taxis de Tucumán este fin de semana largo y Miguel, de 51 años, y una familia a cargo, lo sabía bien.

El lunes a las 23, mientras miles de tucumanos celebraban el carnaval en distintos puntos de la provincia, Miguel fue a cargar gas: "Estaba en la Refinor de El Bajo cargando el gas. Cuando salí, venía con el aire acondicionado prendido en el auto. En ese momento, de repente, salió una llama de fuego por debajo del volante del auto", cuenta este miércoles, rodeado de sus familiares a cargo de la curación ambulatoria.

Fueron segundos apenas, pero Miguel los recuerda como si hubieran durado mucho más: "Sentí todo el calor en la cara, sentí cómo me quemaba la piel, y lo único que atiné es a hacer lo que hice: abrí la puerta y me tiré. El auto siguió andando y yo estaba tirado en la calle, con el fuego en la cara. Iba de Oeste a Este manejando y el auto siguió andando hasta que chocó contra una pared del lado derecho de Mostaza, el que está ubicado frente al Parque 9 de Julio, sobre Benjamín Aráoz".

Las escenas que adjunta la familia de Miguel García son dramáticas: la luz azul de la ambulancia del 107 y el desconsuelo sin nombre del conductor de 51 años, con ambos brazos vendados y la cara con quemadura tipo AB, es decir: "quemaduras intermedio-superficiales, con lesiones que presentan ampollas gruesas de líquido turbio, de base color rojo, dolorosas y que cicatrizan entre 15 y 21 días".

Las fotos de Miguel dan cuenta del dramático momento vivido, pero el dolor no quedó solamente ahí, en la noche del lunes de El Bajo tucumano: "La ambulancia tardó en llegar y los médicos me dieron la cura ambulatoria. Me curaron las manos y me dijeron que me viniera a la casa, que compre cremas. Se me estaban pegando los dedos".

Durante el drama vivido, la comunidad de taxistas tucumanos se movilizó en las redes sociales y, sin mala intención, circuló un alias para ayudar a Miguel, un hombre de 51 años que no llevará el sustento a su hogar durante lo que demande la recuperación total más los gastos curativos.

Pero hay más. ¿Y el auto? Aquí hay otro problema, explica la familia de Miguel: "El dueño del auto nunca apareció. El auto quedó ahí tirado en El Bajo mientras le hacía el peritaje. No sabemos mucho más. Nunca ha aparecido el dueño. Nunca se ha acercado a Miguel".

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