El calvario de joven discapacitada que fue violada y asesinada por un hombre “poseído por el diablo”

Martes 11 de Marzo de 2025, 08:22

La chica fue abordada mientras paseaba por un parque de Auckland, Nueva Zelanda, en el 2021.



Lena Zhang Harrap nació el 8 de noviembre de 1993 con síndrome de Down, discapacidad visual y problemas cardíacos, enfrentando desafíos desde el inicio. Adoptada a los cinco días por Martin y Sue Harrap, creció en Mt. Albert, Auckland, Nueva Zelanda, rodeada de amor y apoyo, superando una cirugía a corazón abierto en su infancia, lo que le valió el apodo de “pequeña guerrera”. Su calidez y espíritu independiente la convirtieron en un pilar de su familia y comunidad.

Lena, de 27 años, era conocida por su alegría y compromiso social. Desde niña, se involucró en Heart Kids New Zealand, participando en eventos benéficos. Sus caminatas diarias en el parque ?wairaka Domain reflejaban su deseo de independencia, pero el 22 de septiembre de 2021, su rutina se vio truncada trágicamente durante uno de esos paseos.


Esa mañana, Lena desapareció tras salir de casa. Cuando no regresó, su familia y la comunidad iniciaron una búsqueda desesperada. A las 4:30 p.m., una voluntaria encontró su cuerpo en un sendero del parque, oculto bajo hojas y ramas, con signos de violencia. La autopsia reveló que había sido brutalmente golpeada, estrangulada, violada y asfixiada, en un ataque descrito como sádico.

Las cámaras de seguridad identificaron a Shamal Sharma, un hombre sin hogar de 31 años, como el responsable. Sharma, que vivía en un auto cerca del parque, fue arrestado con evidencia de sangre de Lena en su cuerpo. Se declaró culpable de asesinato y agresión sexual en octubre de 2022, alegando estar “poseído” y bajo efectos de metanfetamina, aunque fue declarado legalmente cuerdo. Fue condenado a cadena perpetua, mientras los padres de Lena enfrentaron al asesino en el tribunal, expresando su dolor y rechazo.

El asesino de Lena fue condenado a cadena perpetua

La tragedia devastó a la familia Harrap y a la comunidad de Mt. Albert, que recordará a Lena por su espíritu luchador y su legado de amor. Su caso destacó la vulnerabilidad de las personas con discapacidades y la necesidad de justicia, dejando una huella imborrable en Nueva Zelanda.