El violador Alperovich insiste con una prisión domiciliaria que ya le fue negada porque puede usar su enorme fortuna para desaparecer

Jueves 13 de Marzo de 2025, 05:47

ARGUMENTOS. La defensa de José Alperovich sostiene que su detención impide que acceda al complejo tratamiento que requiere su estado de salud, pero la justicia federal ya le negó la prisión domiciliaria ante la posibilidad cierta de fuga, dada la eno



A casi ocho meses de haber sido condenado a 16 años de prisión, el ex gobernador José Alperovich vuelve a solicitar el beneficio de la prisión domiciliaria. El pedido, argumentado por razones de salud, está siendo analizado por la Justicia mientras su caso sigue en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Alperovich fue sentenciado el 18 de junio del año pasado por abuso sexual tras un juicio que se extendió durante casi cinco meses. La denuncia fue presentada por una ex colaboradora y sobrina segunda del ex gobernador, quien aseguró que entre diciembre de 2017 y marzo de 2018 fue agredida en siete ocasiones, cinco en Tucumán y dos en la Ciudad de Buenos Aires. 

El juez Juan María Ramos Padilla consideró probadas las acusaciones y, la misma noche en que se dictó la condena, Alperovich fue trasladado al penal de Ezeiza, donde permanece en el pabellón de abusadores junto a otros 25 internos condenados por delitos similares.

Desde entonces, su defensa ha presentado reiterados pedidos para que se le conceda el arresto domiciliario, alegando problemas de salud y la supuesta imposibilidad de recibir un tratamiento adecuado en prisión. Todos los pedidos fueron rechazados por Ramos Padilla, incluyendo el último, presentado por el abogado Maximiliano Rusconi, quien insistió en que la prisión preventiva de Alperovich debe ser transformada en arresto domiciliario.

Según la defensa, el ex gobernador sufre un “deterioro progresivo e irreversible” que se ha agravado debido a las condiciones de su encarcelamiento. Rusconi sostuvo que “la rehabilitación de alta complejidad necesaria para su condición no puede ser adecuadamente proporcionada en un entorno carcelario, lo que conlleva un riesgo de deterioro continuo y complicaciones graves”. En ese sentido, invocó principios jurídicos como la humanidad de las penas, la prohibición de tratos crueles e inhumanos, y el derecho a la salud de las personas privadas de libertad.

El abogado también hizo hincapié en que, al tratarse de una prisión preventiva y no de una condena firme, estos principios deben aplicarse con mayor rigor. Además, señaló que el Servicio Penitenciario Federal presenta limitaciones operativas para brindar el tratamiento adecuado a las patologías de Alperovich.

Como alternativa, la defensa propuso que, en caso de que la Justicia considere que existen riesgos de fuga o entorpecimiento de la investigación, se implementen medidas de seguridad como la colocación de un dispositivo electrónico de monitoreo. Argumentaron que, dado que los testigos ya declararon y el debate oral concluyó, no habría razones para impedir su permanencia en el domicilio familiar en Puerto Madero.

El caso se encuentra ahora en manos de la Justicia, que deberá evaluar si concede el beneficio solicitado. Mientras tanto, Alperovich continúa detenido en Ezeiza, a la espera de una decisión que podría cambiar las condiciones de su reclusión.