Viernes 21 de Marzo de 2025, 07:04
El flagelo de los siniestros viales sigue dejando un saldo trágico en la Argentina. Según el último informe publicado por la asociación civil Luchemos por la Vida, durante 2024 murieron 5.908 personas en accidentes de tránsito en todo el país, lo que equivale a un promedio alarmante de 16 víctimas por día, o 492 por mes. La estadística confirma una vez más que la seguridad vial es una deuda pendiente de los distintos niveles del Estado.La Provincia de Buenos Aires encabeza el listado con 1.819 víctimas, seguida por Santa Fe (472) y Córdoba (395).
En cuarto lugar se ubica Tucumán, con 335 fallecidos, lo que la posiciona como la provincia más afectada del Noroeste argentino. La cifra equivale a casi una muerte por día en territorio tucumano durante todo el año.
El dato resulta especialmente preocupante si se considera que, según un informe dado a conocer esta semana,
el tramo de la Ruta Nacional 9 que atraviesa San Miguel de Tucumán es uno de los más peligrosos del país. Entre 2015 y 2019 se registraron allí 368 siniestros viales, con un saldo de 62 personas fallecidas. Este segmento urbano, de alto tránsito y sin variantes modernas de infraestructura, representa un riesgo latente para miles de conductores y peatones.
A nivel nacional, los datos oficiales más recientes —correspondientes a 2022 y elaborados por el Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial— indican que la siniestralidad se cobra unas 13 vidas por día, la mitad de ellas en rutas. La mayoría de los accidentes fatales (cinco de cada diez) se deben a colisiones, y sólo un 3% ocurre en autopistas o autovías, lo que evidencia el alto grado de peligrosidad de las rutas comunes.
El estado de la red vial nacional contribuye a agravar la situación. Con una extensión cercana a los 640.000 kilómetros, sólo el 2,8% del total corresponde a autopistas y autovías. La Red Vial Nacional, clave para la conectividad del país, abarca unos 40.000 kilómetros, pero apenas un tercio de ella se encuentra en buen estado, según datos del Ministerio de Obras Públicas de 2021. El 40,7% restante está en mal estado, y se presume que la situación ha empeorado desde entonces.
La infraestructura deficiente, la falta de controles eficientes y la escasa concientización vial forman un cóctel peligroso en el que cada año mueren miles de personas. En 2023, según datos parciales, se registraron 4.403 muertes viales —unas 12 por día—, una cifra elevada que mostró pocas señales de retroceso en 2024.
El impacto internacional de estas estadísticas también es preocupante. En un ranking elaborado por la consultora internacional Zutobi, basado en datos de The Global Economy, la Argentina quedó en el puesto 54 entre 59 países analizados, destacándose entre los que tienen las peores rutas del mundo.
En Tucumán, donde la cifra de fallecidos por siniestros viales crece de forma constante, la situación exige medidas urgentes. La reconfiguración del tránsito urbano, las inversiones en infraestructura vial y campañas sostenidas de educación vial aparecen como ejes clave para revertir esta tendencia trágica que, hasta ahora, parece imparable.